Ya hemos sobrevivido al segundo día de festival, y es que no es fácil pasar un día en Sitges, habiendo dormido poco (si, ya en la primera noche se nota la falta de sueño) y viendo tantas películas de género por día. Pero nos encanta, sino porqué lo hacemos? Pues este segundo día no nos ha defraudado nada, hemos tenido algo mejor y algo peor, pero sin duda otro día de cine asiático completo y cada película de una nacionalidad distinta.
Por la mañana, y aunque ya la habíamos visto, decidimos repetir Flying swords of dragon gate desde Hong Kong, dirigida por un monstruo como Tsui Hark y protagonizada por Jet Li, y es que aunque la sesión en nuestra casa no nos entusiasmó, no queríamos perdernos la ocasión de ver una película como esta, hecha expresamente para aprovechar un 3D y unos buenos efectos informáticos, en un gran cine como es el Auditori y con su 3D de calidad. Ya no nos acordábamos como eran las gafas de 3D de Sitges, grandes, pesadas y resbaladizas, de esas que tienes que estar recolocándote cada dos por tres, pero bueno, al final, misión cumplida; y acabamos diciendo lo mismo que ya sabíamos, que por muchos efectos y por muy espectacular que sea el 3D, sin una buena historia y algo más que atraiga al público, cualquier película se queda coja; y si no preguntadle a todo el público que había en le cine, que se fue sin aplaudir ni nada, cosa extraña en este festival.
Pero vamos con otras cosas, y la india nos trae Gangs of Wasseypur, una película de más de 5 horas que se ha tenido que partir en dos para que el público del festival pudiera digerirla algo mejor, así que poca cosa os diremos ahora de esta película, esperando ver la segunda parte el próximo día y poder comentarla en su conjunto. Eso sí, se presentó como la primera proyección de Casa Asia y nuestro amigo Enrique Garcelán de Cine Asia nos prometió que no nos defraudaría; de momento podemos decir que se ve una gran película, aunque de estilo anticuado y poco extrema excepto en algunas pocas partes.
Y ya por la noche, algo que todos estábamos esperando, nuestro primer pase este año de una película de Takashi Miike, que nos trae algo muy diferente (bueno, sus películas siempre se puede decir que son distintas), después de conmovernos el pasado año con una obra maestra como Harakiri, ya no sabíamos como nos podía sorprender ahora. Ai to Makoto (for love’s sake) es una gran película con todos los elementos que podamos querer: es un musical de canciones J-pop, es una pelea de luchas de institutos tipo Crows Zero, es una comedia hilarante que nos hizo reír a todos a carcajada limpia, y también tiene su parte dramática (aunque sin dejar de lado el sentido del humor). De momento, con el consentimiento de Nameless gangster (que está muy bien, pero no es muy extrema), podríamos decir que ha sido nuestra película favorita del festival.
