Crónicas del Festival de Sitges 2013, segundo día

Festival Sitges 2013

Nuestro segundo día en el Festival de Sitges ha sido un día completamente asiático, en el que hemos visto algunas películas extremas, otras que no lo son tanto, algo de anime y en general un poco de todo, en su mayoría disfrutable. O sea que después de un primer día algo lento en cuanto a ritmo de películas, hemos tenido un segundo mucho más movido y variado y sobretodo más cineasiático.

 

Sitges zombie walk 2013
Sitges zombie walk 2013

Queríamos haber empezado el día con Green inferno, la última salvajada de Eli Roth, pero tampoco es que seamos superfans suyos y nos acabamos convenciendo por una película japonesa de la que no sabíamos nada, incluso se nos había pasado por alto en nuestras recomendaciones pre-Sitges; Jellyfish eyes resultó ser una película japonesa dirigida por Takashi Murakami (no el escritor, sino ese dibujante escultor… artista en general que hace esos bichejos tan graciosos), pues resultó que sin que lo supiéramos era tan sólo una película infantil, de niños jugando con seres graciosos; un poco divertida a ratos, pero en realidad una especie de copia de Pokemon a imagen real.

 

Pero bueno, eso fue sólo el principio, ya a partir de la segunda película y después de una cervecita para pasar el rato nos vamos directos al Auditori para ver Blind detective de Johnnie To (por desgracia sin la presencia del director para presentarla) una película de la que habíamos oído de todo y a la que la gente iba con muy distintas esperanzas, pero nosotros, como casi todo este año, la cogimos desde cero, sin saber mucho de ella y dispuestos a disfrutar con lo que fuera; así que nos encontramos con una comedia china sobre detectives, pero comedia, comedia (a pesar de algunos momentos algo dramáticos, que a mi gusto le sobraban) y además muy China. Nos reímos mucho con ella, un humor muy físico y bastante estúpido en muchas ocasiones, para nada un Johnnie To al que estamos acostumbrados, pero muy disfrutable si vas a reírte un rato. También es verdad que mucha gente salió disgustadísima de la sala, como la pareja que teníamos al lado, que al terminar la clasificó de insufrible, o querían ver una película de Johnnie To o no entendían bien ese humor tan tonto, una de dos.

 

Y ya con eso, dispuestos a uno de los grandes del festival, que aunque quizás no fuera tan imprescindible para nosotros, sí que había mucha gente que sólo había venido por eso: El Capitán Harlock. Un auténtico desfase visual, una gran espectáculo de animación CGI y además en 3D, la verdad es que no podemos negar su espectacularidad, y que tal vez sea la película de animación de mejor calidad hasta el momento, además el hecho de poser disfrutarla en 3D y en un espacio con un sonido perfecto y una pantalla gigante como el Auditori, la hacen más grande todavía; pero a nivel de película, que queréis que os diga, para los fans que disfrutamos del Capitán Harlock en su serie original cuando éramos pequeños como yo, esto no es lo mismo, me falta la singularidad del trazo de Leiji Matsumoto y me sobra lo rebuscado de su trama y unos personajes tan adultos y serios, pareciéndome quizás un típico Final Fantasy que lo que es en realidad.

 

Tarde libre dedicada a ver la Zombie Walk, uno de los mayores eventos del festival y que creo que ya se ha convertido en algo tan masificado que hasta da un poco de pena; dónde están las primeras ediciones en las que, no lo voy a negar, yo también iba de zombie, y asustábamos a unos pocos ciudadanos que pasaban por la calle. Ahora hay una cantidad tan grande de público, que los pobres zombies tienen que pasar en fila de a uno por las calles y sin ser capaces de armar más jaleo que los curiosos, muchas veces hasta sin tener espacio para seguir caminando. Un mensaje a la organización, creo que esto ya se ha ido de las manos, se impone una nueva actividad o una zombie walk más secreta para que sea lo que de verdad tendría que ser, un ejército de zombies asustando a la gente inesperadamente.

 

Why don't you play in hell?
Why don’t you play in hell?

Y acabamos el día con una de las películas en las que personalmentes habíamos puesto más esperanzas en todo el festival, Why don’t you play in Hell? De Sion Sono, lo que suponía un regreso del director a su cine más gamberro después de haber hecho dos dramas fuera de nuestro agrado. Sin ninguna decepción, es una película tremenda, llena de humor del más salvaje, sangre, yakuzas, katanas, cinéfilos… por no hablar de mil referencias a otras películas, tanto orientales, como occidentales, pero siempre a las más extremas; Sion Sono nos ha hecho recuperar la gran admiración que sentíamos por él desde Love exposure. Sin duda la mejor película del festival (siempre en nuestra humilde opinión), y de las que hemos estado, la más aplaudida y más reída de todas, desde la primera escena hasta la última por todo el público sin excepciones.

 

Un día genial, aunque para el siguiente nos espera una maratón Hongkonguesa con una pinta increíble.

 

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