Akhanda, sentid la brutal ira del dios Shiva

Akhanda

Hoy queremos seguir con nuestra incursión en el cine indio de idioma Telugu, ya sabéis, ese cine no tan conocido como el de Bollywood, que se hace en el sur del país y que viene lleno de morenazos bigotudos. La película que os recomendamos hoy se llama Akhanda y es una película de acción, pero no tan pura como otras, más bien tiene mucho de drama y algo de épica o misticismo; os lo contamos y ya veréis. La película fue una de las grandes del año en su región, y la verdad es que no hay para menos, no sólo nos muestra bien algunas creencias y tradiciones locales, sino que además tiene unas escenas de acción brutales.

Akhanda
Una primera parte un poco más sosa

La historia empieza un poco confusa, con un criminal que es abatido por el ejército y se refugia en un templo dónde mata al sacerdote y se hace pasar por él, con un tipo importante que tiene dos hijos, pero un hombre de fe le cuenta que uno de sus hijos será un gran hombre, pero el otro es el mal personificado, así que se lo lleva y lo deposita en un templo. Dejamos estas historias de lado y nos situamos en un pueblo con un buen gobernante, un hombre que se preocupa por todos sus súbditos y que es capaz de hacer y pelear todo lo que sea por ellos; por si no so habíais enterado, éste es el bebe bueno de la historia de antes; que además encuentra a una mujer a la que ama, se casan y tienen una niña… Todo muy bien hasta que un terrateniente (el malote del principio) se interesa por sus tierras porque allí puede excavar una mina de uranio; y aquí empiezan las peleas entre los dos bandos, hasta que mucha gente se pone enferma por culpa de la radiación, echan la culpa al gobernante y lo arrestan. Así que sólo queda su mujer intentando luchar por los derechos del pueblo, pero los malos son muchos y muy malos, intentan acabar con ella, pero entonces aparece un tipo increíble que no duda en matar a todos los malos de una forma brutal, y es que este tipo es el otro hermano de la historia del principio (del que ya nos habíamos olvidado), elegido por Shiva (el dios de la destrucción) y convertido en un Dios justiciero.

Akhanda
Un dios brutal!

Por supuesto, y como siempre, la película está completamente dividida en dos partes, partidas por la mitad por el típico “Intermission” con tiempo para echarse una mini siesta, hacerse unos snacks picantes, etc. La primera parte quizás nos ha dejado un poco indiferentes, sí que hay alguna escenita de acción a lo bestia, algunos números musicales, un poco de romance, etc. pero casi toda es un típico dramón no muy intenso y con una narración algo confusa, aquí no tenemos ni idea del sentido de la película ni siquiera por qué seguimos viéndola; pero justo antes de empezar la segunda parte, con la aparición del segundo hermano, se le da una vuelta de 180º que nadie era capaz de imaginar y se convierte en una brutal película de acción, no solo con miles de hostias como panes, sino también con una buena dosis de sangre y hasta un poquito de gore; y justo esa segunda parte ni siquiera se preocupa de seguir con la historia original o de presentar un argumento interesante, es pura acción a lo grande.

La verdad es que nos ha impresionado bastante, no sólo es una película de acción, sino que el tipo representa al mismísimo descendiente de Shiva, el dios de la destrucción hindú, con unas pintas increíbles, no de típico guaperas de Bollywood, sino con los estándares locales: un tío grande y bien entrado en carnes, morenazo y con un bigote increíble… con su túnica y su tridente, desgranando a sus enemigos como si fueran mantequilla, incluso con sus vacas que lo acompañan y lo ayudan en la lucha, echando fuego y abriendo la tierra a sus pies, todo muy épico, pero también muy místico, evocando a las grandes deidades hinduistas e incluso al dharma y esos conceptos tan indios.

A parte de eso, pues es una película con un presupuesto no muy alto, comparado con lo que nos llega de Bollywood, pero muy respetable por el tipo de cine que se hace localmente y sin muchos artificios que requieran efectos especiales y tal, por lo que la falta de presupuesto no se deja notar por ningún lado, sólo que se ve todo bastante rural, pero ya es como al público a quien va dirigido. Tan sólo destacar un poco las escenas de acción, ya que nosotros estamos acostumbrados a grandes coreografías y unos actores marciales que saben moverse, cuando aquí es sólo un tipo imponente dando leches con la mano abierta y la planta del pie para que sus enemigos salgan volando por doquier.

En definitiva, una película con dos partes que no tienen nada que ver, pero merece la pena aguantar una primera parte algo insulsa (incluso así tiene alguna escena de acción explosiva), para llegar a una segunda parte completamente brutal, llena de acción y violencia con un dios Shiva desatado.

  • Lo mejor de la película:

Ese cambio de tercio tan de golpe nos ha sorprendido mucho.

  • Lo peor de la película:

Algunas partes al principio muy dramáticas que no eran necesarias.

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