Blazing fists, Takashi Miike con una fórmula que no funciona

Blaziing fists

Este año estábamos muy ilusionados porque por fin íbamos a volver a ver películas de Takashi Miike en el Festival de Cinema de Sitges, y dos de ellas para compensar, aunque con lo que hemos visto en los últimos años en este festival, tampoco podíamos esperar mucho. Para empezar, había una especie
de thriller seriote llamado Sham que nos dio muy mala pinta y que ya ni vimos; pero también había otra película llamada Blazing fists (Blue fight) que tenía muy buena pinta, parecía como la típica película japonesa de escolares con mucha acción y bastante rebelde, una especie de versión light de Crows Zero;
además, tratándose de un live action, seguro que tenía mucho gancho. Sin embargo, fue bastante desilusionante, pero os contamos luego.

Blaziing fists
Dos jóvenes protagonistas

La historia empieza con dos jóvenes que se conocen en un reformatorio, uno de ellos es bastante chulito y el otro es más callado, pero una máquina de luchar; pronto se hacen amigos y juntos ya no hay nadie que los detenga. Cierto día, un luchador profesional va a impartir una charla motivadora al reformatorio, contando que él también había pasado por allí, pero el marcarse un objetivo, un camino para llegar a él y perseguirlo en todo momento, le había hecho llegar dónde estaba; así que los dos amigos, motivados por la charla, deciden que ellos también serán luchadores profesionales y se empiezan a entrenar todo el día para conseguirlo. Cuando consiguen salir del reformatorio, aunque nadie apuesta por ellos y les dicen que acabarán otra vez allí, siguen con su sueño, consiguen apuntarse a un gimnasio, entrenan de forma regular y entran en una audición para una competición oficial, para la cual uno de los dos consigue entrar. Pero no será tan fácil, la ley de la calle los reclama, y cuando intentan ayudar a uno de sus amigos se meten en problemas con la banda de camorristas más chinga de la ciudad, con lo que tendrán que olvidarse del torneo y luchar por sus vidas y sus amigos.

Blaziing fists
Algunas escenas de acción

Con este argumento y con la imagen que transmite, viendo el trailer y esas cosas, en realidad la película tiene muy buena pinta, después de verla no nos recuerda para nada a Crows (en ningún aspecto) pero sí que tendría un estilo bastante similar al de la saga Tokyo Revengers (el llive action), algo más actual y más dirigido a un público juvenil, con unas pintas de los protagonistas y las bandas muy similares, la diferencia más grande es que ésta última tenía unos objetivos y una diferenciación muy marcados: en realidad trataba de saltos en el tiempo y de como las decisiones de todos afectan al futuro común), y la que hemos visto ahora se queda un poco a medias, sí que trata sobre las segundas oportunidades y sobre la importancia de la amistad y la lealtad por encima de todo, pero lo hace de forma bastante vaga y con un argumento que no nos aporta nada como espectadores. Quizás la juventud japonesa la tome de otra manera y allí sí que tiene significado y es motivadora, pero para nosotros personalmente no.
Además, con un trailer y un argumento como este, no podemos más que esperar un live action típico de Takashi Miike lleno de acción y muy gamberro, con bastantes bizarradas y escenas de esas que te hacen temblar; pero no ha sido así, la mayor parte de la película está llena de diálogos tontos y escenas que no aportan nada, mientras que las escenas de acción son muy pocas y con una acción que pasa casi toda fuera de pantalla; es decir, sí que hay alguna escena, sí que es multitudinaria, de mucha gente pegándose y de combates muy destructivos, con una música rock muy apropiada, pero las hostias en sí pasan fuera de plano, sólo vemos gente cayendo o volando por los aires; o sea que la dirección de acción de esta película es bastante deficiente en general.
Pero como no todo será malo, debemos admitir que la película tiene sus puntos cómicos bastante graciosos, incluso con algún punto de absurdo que lo hace muy japonés, aunque creo que esta no era la finalidad de la película. También toda la imagen, el mundo de las bandas, los peinados, vestuario, etc. está muy bien, parecido a muchas otras películas de pandilleros juveniles japoneses, pero muy bien.

En definitiva, el que vaya a ver una película típica de Miike, que no se fíe de ésta; es más bien un live action algo anodino y lleno de charla, escenas aburridas y escenas de acción que no convencen para nada; con alguna bizarrada y un toque muy japonés, pero eso es todo.

  • Lo mejor de la película:

El inicio es muy prometedor, parece una película muy cañera.

  • Lo peor de la película:

Las peleas son un auténtico despropósito.

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