El pasado viernes ya empezamos a descubrir una parte del Festival Nits de Cinema Oriental de este año, y como tendremos una buena retrospectiva de cine Tailandés de acción, ya pudimos probar un primer título en 35mm, Born to fight, una de las películas clave del fallecido Panna Rittikrai que quizás aquí la vemos como cine de baja calidad y bajo presupuesto, pero para la época y el país en que se hizo en realidad tuvo un status bastante importante. Este fue el siguiente trabajo de Panna después de ser el director de acción de la aclamadísima Ong Bak (que popularizó el cine tailandés actual), por supuesto, no tienen ni punto de comparación, pero ésta tiene algunos puntos interesantes también.
El argumento es simple, pero también algo bizarro también; después de capturar a un jefe de la droga y perder a un compañero en la operación, un policía decide acompañar a su hermana en una expedición de atletas a un pueblo perdido y muy pobre, para ayudar a sus gentes y mostrarles las bondades del deporte. Pero a media estancia, unos terroristas deciden atacar el pueblo armados hasta los dientes, y es que en realidad sólo querían un buen grupo de rehenes para pedir que soltaran a su líder (el jefe de la droga arrestado al principio). Con todos los pueblerinos y los atletas atrapados, nuestro protagonista se las hace para ir encargándose él sólo de algunos soldados, pero después de darse cuenta de que su objetivo real es lanzar un misil sobre Bangkok, lo acaban pillando y convence a los pueblerinos, pero sobre todo a los atletas a que le ayuden a luchar, así que cada atleta utilizando sus habilidades para el deporte lucha como puede para ir derrotando a los soldados.
Aunque lo pueda parecer, ésta no es realmente una película de artes marciales como tal, sino una película de acción muy basada en el trabajo de especialistas, dónde no vemos ningún truco, ni efectos especiales, ni cables, etc. sino que se ha trabajado completamente poniendo en riesgo la vida de estos profesionales, y así lo vemos claramente en los créditos con las preparaciones de escenas y tomas falsas, quizás unas secuencias mucho más impactantes que la película en sí.
A decir verdad, la historia nos ha parecido bastante ridícula, todo muy cogido por los pelos para poder meter unas escenas que el director tenía pensadas antes de escribir el guión, sin ningún tipo de sentido e incluso fallando en algunas ocasiones en las que intenta meter algo de drama y se le va de las manos, tanto por no tener cabida en una película así, como por no ser nada creíble con sus malas actuaciones; y mucho más por todo el nacionalismo que desprende la cinta, algo que aquí no estamos acostumbrados, pero en muchos países asiáticos es casi obligatorio para ganarse el favor del gobierno. Incluso así, si en vez de mirarla como una película de acción en el sentido en el que entendemos el género actualmente, la vemos como una peli cutre y bizarra para echarnos unas risas, pues pasa de sobras, le podemos sacar tantos defectos y cosas ilógicas, que podemos llegar a reír mucho.
Y por lo que hace a las escenas de acción en sí, tenemos un poco de todo, pero al menos debemos admitir que todas están muy bien preparadas y la ejecución es brutal; empezando por un tiroteo más persecución de camiones con saltos, caídas, golpes, etc. que para nosotros es lo mejor de toda la película y lo que te dejará enganchado a ella el resto del metraje. La mayoría de todo lo que sucede después sigue con una planificación y ejecución impresionante, pero a nivel visual ya no es tan impactante, hasta que llegamos a la escena final de lucha, aquí sí introduciendo las artes marciales (aunque ni rastro del famoso Muay Thai) y con una buena pelea contra el malo final.
Como os decíamos, en este caso la película ha sido completamente orquestada por Panna Ritikrai (Ong Bak 2, Vengeance of an assassin) que creemos que como director de acción no tiene desperdicio, tanto aquí como en cualquier de las películas en las que ha participado, pero dirigiendo deja bastante que desear.
En definitiva, los que busquen una buena película con pies y cabeza, no encontrarán aquí nada bueno, pero para los que disfruten con las escenas de acción perfectamente organizadas y con todos los efectos y sobretodo trabajos de especialistas tradicionales, aquí tienen una de las buenas.
- Lo mejor de la película:
Alguna escena muy impactante y un making off espectacular.
- Lo peor de la película:
Los atletas peleando y los ridículos soldados dan más risa que otra cosa.