Quizás la mejor película que hemos visto en el pasado Festival de Cinema de Sitges, no a nivel de extremismo como nos gusta a nosotros, pero sí a nivel técnico y cinematográfico, ha sido la coreana The childe, un thriller de acción que intenta no ofrecer a su público la misma fórmula que venimos viendo en Corea desde hace unos años, que funciona bien, pero de la que personalmente ya estamos un poco cansados. Tampoco os decimos que se trate de un peliculón o que sea tremendamente original, pero al menos nos ha aportado algo más que las típicas.

Es la historia de un boxeador bastante acabado, medio filipino-medio coreano (una gente repudiada por ambas sociedades) que no es malo en la lucha, pero que se gasta todo lo que gana en apuestas para poder tener más dinero y en investigadores para buscar a su pretendido parde, que se supone que es un coreano con bastante dinero; todo para poder pagar los gastos medios de su madre que está bastante mal. Un buen día, llegan unos tipos en nombre de su padre, diciendo que van a pagar los gastos médicos de la madre y un viaje a Corea para él porque su padre quiere conocerlo. Ya en el viaje, empiezan a pasar cosas raras y a conocer a gente extraña que le asegura que no todo es como él cree; así que cuando llegan a Corea todo empieza a complicarse, aparece más gente involucrada que intentan impedir que llegue a ver a su padre, y es que en verdad su padre es un hombre muy rico, pero también está enfermo terminal; cree que con un trasplante de su hijo podrá recuperarse, pero hay muchos intereses en su herencia, así que habrá distintos bandos luchando por la supervivencia o l muerte de nuestro protagonista.

Al contrario de la mayoría de las grandes producciones coreanas que hemos visto últimamente, éste no es un thriller psicológico que intente afectar a la cabeza de su público, ni tampoco un thriller político que quiera mostrar una realidad del país en forma de ficción, ni siquiera será uno de esos que tangan mil giros de guion para intentar sorprendernos (sí que tendrá alguno, pero poca cosa); sino que se trata más bien de un thriller de acción, sin unas escenas de acción apabullantes (excepto algunas de ellas que se salen), sino más bien con una trama interesante y algo original y, sobre todo, con unos personajes que parece que no tienen nada de especial, pero que nos despiertan la simpatía todos  cada uno de ellos; tanto los buenos, como los malos. Y precisamente en esta dirección es por dónde se mueve la película; la historia tiene algo de importancia, pero muy poca, la acción no aparece hasta mitad de película y sobre todo se intensifica en las escenas finales, pero la gracia de la narrativa es la de empezar con un protagonista que parece un anti-héroe y que seguro que hará la simpatía del espectador, pero a medida que pasa el tiempo, se irán introduciendo poco a poco nuevos personajes, de los que al principio no sabremos casi nada y que iremos conociendo por sus actos, y que la mayoría de ellos superarán con creces nuestros sentimientos por el protagonista, que casi quedará relegado a un segundo plano en toda la historia e intereses.

A parte de lo más interesante de la película, no hay duda que estamos delante de una muy buena película, quizás no es tan épica o seria o desmesurada como otras muchas, pero tiene una buena narración, que te va dejando ver sólo partes de la historia para ir encajando piezas tú mismo, te va sorprendiendo y tiene la suficiente tensión como para mantenerte enganchado, pero sin llegar a desesperarte, todo mezclado con un buen humor y buen rollo. Y, sin lugar a dudas, la dirección es excelente, aprovechando muy bien los recursos para crear un par de escenas de acción por todo lo alto, pero sin descuidar en ningún momento el resto de aspectos de la película y creando algo más completo que sólo una película de acción o sólo una película de guion, mezclando varios géneros en un sitio.

Al final ha quedado una película bastante redonda, quizás no una obra maestra, pero sin ningún fallo y que va despertando más interés en ella a medida que va transcurriendo la historia; todo esto gracias a dos personas, como no a su director Park-hoon Jung (A night in Paradise, The witch), que puede gustar más o menos, pero sabe cómo contar historias, eso seguro; y al actor Kim Seon-ho, que no es el protagonista, pero hace un papelón mucho mejor.

En definitiva, una película entretenida, divertida y llena de acción que nos cuenta una historia original y con unos personajes excelentes; sin la ambición de llegar a ser algo muy grande, pero sí la de gustar a su público, y cumple de sobras.

• Lo mejor de la película:

La escena final de acción y la conclusión son excelentes.

• Lo peor de la película:

No hemos visto nada que no nos haya gustado.