De nuevo, agradeciendo infinitamente a Bollywood movies in Spain, hemos podido ver otro estrenazo de Bollywood en nuestros cines, y esta vez es ni más ni menos que la última película de acción (con algo de ciencia ficción) de Tiger Shroff, una producción por todo lo alto llamada Ganapath. Con las películas que hemos visto de Tiger, nos hemos encontrado un poco de todo, pero lo que sí tenemos claro es que con cualquiera de ellas vamos a disfrutar de un espectáculo de pura acción; y con ésta no nos hemos llevado ninguna decepción en este sentido. Eso sí, para los que, como nosotros, no iban avisados, os diremos que se trata de una primera parte, es decir, que nos deja con la historia a medias y con un gran cliffhanger para que esperemos con ansias la segunda.
La historia está ambientada en un futuro cercano y distópico, en el que los ricos se han hecho mucho más ricos y han creado unas estupendas ciudades en las que vivir con todos los lujos de los que son capaces; sin embargo, los pobres no tienen nada y viven exclusivamente de los desperdicios de estas ciudades, incluso con grandes barreras que no les permiten ningún tipo de acceso a ellas. En una de las ciudades de los pobres había un profeta que adivinó que llegaría “el elegido” para salvarlos de esta situación, y para encontrarlo se le ocurrió montar una especie de juego de luchas uno contra uno para ver quién era el mejor y podía ser ele elegido; pero los ricos se enteraron y organizaron sus propios juegos, en los que las luchas sólo servían para apostar y pasarlo bien, incluso cogiendo a los mejores de las luchas de los pobres para hacerlos luchar en sus juegos y amañarlos como querían. En este ámbito, hay un tipo llamado Johny the englishman que es el mayor tramposo y ganador en las apuestas, y junto a él un ayudante que le proporciona a los luchadores a cambio de una buena vida. Es la historia de este ayudante, que por accidente acaba medio liado con la novia de su jefe y es castigado por ello, dado por muerto y se acaba escapando a la ciudad de los pobres; allí descubren que él es el elegido y lo acaban convenciendo para que entrene con el maestro de todos, para que combata en el juego y empiece a ganar y todo el mundo sepa que él será el salvador; pero acabará luchando en el ring de los ricos por su viejo jefe y por dinero, lo que no gustará a todo el mundo.
La verdad es que esta película nos ha recordado enormemente a casi la mayoría de producciones chinas de acción actuales, con un argumento muy potente, pero muy visto ya, lo justo para poder dar una ambientación espectacular y que sirva como excusa para múltiples escenas de acción (sobre todo de lucha); incluso tal es la influencia que las mejores luchas son con un grafiti de Bruce Lee en la pared el fondo.
No sólo en el concepto nos ha recordado a las películas chinas, sino también en otros aspectos más técnicos, y es que toda la película, para reproducir esa ambientación distópica un poco a lo Mad Max, usa en todo momento unas cromas que, a decir verdad, no son nada creíbles para un estrenazo de gran calibre como este, que suelen tener un presupuesto altísimo; en esta ocasión, no sabemos si por falta de dinero o por contar con un equipo técnico del sudeste asiático y su influencia, todos los CGIs son bastante cutres y descuidados, quizás para que el público se centre más en lo importante de verdad, que es la acción.
También la historia nos ha recordado muchísimo a las antiguas películas de artes marciales de Hong Kong; con un patán al que acaban entrenando para ser el mejor, un maestro ciego, una motivación extra para que el entreno sea efectivo y una bonita historia de amor (ésta es la parte más de Bolywood); un poco lo mismo que ya habíamos visto en Baaghi, pero con otra ambientación. Eso sí, en cuanto al ritmo de la película no podemos decir nada malo, todo el metraje no es mucho más que un seguido de peleas, escenas de humor y canciones y bailes; lo que hemos encontrado super acertado, más de dos horas que pasan volando riendo y gozando. Con unas coreografías buenísimas, en muchos casos basándose más en MMA que en el kung fu al que estamos acostumbrados; y unos grandes especialistas para llevarlas a cabo.
Que decir de sus actores, todos conocéis ya a Tiger Shroff (War, Baaghi), no es un gran actor, pero está buenísimo y hace unas buenas escenas de acción; mucho mejor actriz es su pareja en la película Kriti Sanon, que nos ha encantado; y con el cameo especial de la super estrella Amitabh Bachchan (Don, Sholay).
En definitiva, una película que quizás artísticamente y técnicamente deja un poco que desear, pero para los fans del cine de acción (y los que estamos acostumbrados al nuevo cine chino de acción), es una gozada, con muchas peleas, muy bien coreografiadas, una ambientación molona y unos personajes de cuidado. Puro entretenimiento que da precisamente lo que promete.
- Lo mejor de la película:
Las escenas en el restaurante chino.
- Lo peor de la película:
Que acabe y te deje a medias.