Ultra Q, la serie que marcó un antes y un después en el tokusatsu

Ultra Q

Ya sabéis que no somos mucho de comentar series en este blog, pero últimamente estamos revisionando algunas series clásicas y creemos que puede ser de vuestro interés que os reseñemos algunas de las series que más nos gustan y que creemos que os lo harán pasar bien, aunque sean bastante viejas; así que a partir de ahora intentaremos ir recomendando algunas de las mejores series tokusatsu (sobre todo) que nos encantan. Hoy os hablaremos de una serie que, de un modo u otro hizo historia dentro del género y de la televisión japonesa: Ultra Q; quizás no sea el primer kaiju de la historia (no es Godzilla), ni la primera serie de superhéroes japoneses (ese honor se lo dejamos a Moonlight mask), pero también hizo historia a su manera  siendo la primera serie de televisión con kaijus y unos efectos especiales a lo grande, lo mejor de la época (incluso para el cine), pero también por ofrecer a los japoneses un nuevo concepto de serie y por ser la predecesora y en realidad la primera de las series de la saga Ultraman.

Ultra Q
Los protagonistas: no son superhéroes

La historia sigue a una periodista de una revista de investigación científica y sucesos paranormales; en realidad una pequeña revista, pero que, gracias a sus contactos, cuenta con avioneta y helicóptero para sus desplazamientos, con un científico de renombre para las consultas, etc. Y como resulta que esta periodista junto con sus compañeros, dan en cada momento (gracias a la investigación, por estar en lugares relevantes o por pura casualidad) con todos los monstruos y fenómenos paranormales que acechan en Japón. Sí, habéis leído bien, Japón es asolado frecuentemente por kaijus (monstruos gigantes) y otros peligros que ponen al país en peligro de desaparición o de acabar con toda su población; pero justamente esta periodista da con la forma de acabar con ellos, a veces de hacerlos huir o incluso de llegar a olvidarlos sin problemas. Con el tiempo nos vamos dando cuenta de que la mayoría de estos peligros provienen del espacio exterior y son parte de un plan de invasión de la Tierra, pero otros son puras cosas que pasan…

Como ya bien supondréis, la serie viene propiciada por el éxito de las películas de kaijus japonesas, empezadas con Godzilla (que en esa época ya contaba con unas cuantas partes y era lo más, luchando contra monstruos como Guidorah), pero en esa época ya con la entrada de otros monstruos como Gamera, Daimajin o Frankenstein, incluso algunas de las películas iniciales de la ciencia ficción japonesa, como The mysterians o Atragon, el género se encontraba en lo más alto. Esta serie fue creada por el gran Eiji Tsuburaya (padre de Godzilla y el mejor artista de efectos especiales de la época), que en esa época ya había fundado su propia compañía Tsuburaya Productions y se había desvinculado de la Toho y que, sin saberlo, aquí empezaría la imagen que definiría el rumbo de la empresa y se consolidaría como su imagen.

Aunque Eiji ya no estaba ligado a la Toho, sí que conservaba algunos de sus trabajos, ya fueran prototipos, trajes usados y dañados, etc. y aprovechó algunos de ellos para hacer cuatro simples modificaciones y poder disponer de unos kaijus que no le costaran mucho dinero y que fueran tan ambiciosos como los del cine; así que, sobre todo en los primeros episodios, veremos algunos monstruos que nos sonarán mucho, ya sea por provenir de las películas de Godzilla, como por ser aprovechados más adelante por la Serie Ultraman. La mejor manera de hacer la que podría ser considerada la serie más cara y ambiciosa del momento, pero que en realidad no lo era tanto.

Ultra Q
Viva el tokusatsu!

En cuanto al contenido, pues al principio no se nos presenta como el típico contenido y estructura kaiju, sino que coge mucha referencia de la serie The twilight zone, que en aquella época suponía algo muy original y triunfaba en todo el mundo; de hecho, incluso tiene una intro parecida de una voz en off hablando de lo inexplicable, lo que pasa es que en vez de ir por guiones extraños y rebuscados, esta serie iba a lo que realmente conocía, y es que todo acababa explicándose con algún tipo de monstruo, así que, en poco tiempo acabó convirtiéndose en “la serie en la que se podía ver un monstruo gigante distinto en cada episodio”, lo que no estaba falto de mérito, ya que hasta entonces, este tipo de efectos especiales eran costosos y sólo se veían en el cine a razón de una película por año (si había suerte), así que Ultra Q acabó cogiendo su propia personalidad, incluso un poco más tarde, cuando se demostró que el tokusatsu de entonces era más apreciado por un público más joven (al mismo tiempo que apareció Son of Godzilla, la primera película de la saga en clave de humor) y se pasó la serie a un horario más comercial o infantil; se empezaron a crear algunos de los episodios con contenido infantil, o como mínimo en los que aparecían niños como referencia. Ya más adelante, el contenido de la serie se volvió un poco caótico y cada episodio era completamente distinto en su forma y target, obteniendo episodios más sobrenaturales, otros de puro kaiju, algunos en forma de serie policiaca o de terror, etc. Lo que tampoco consideramos que sea nada malo, sino que, gracias a eso, hemos podido ver algunos de los episodios realmente buenos (aunque otros bastante deficiente o humorísticos).

Y después de tanto alabar esta serie, ¿qué es lo que encontramos en falta? Pues, además de un poco de continuidad en el guion y no ser la típica serie en la que cada episodio funciona separadamente, algo de conexión con Ultraman en los últimos episodios; es decir, que sí que al final de la serie vamos viendo que la mayoría de los ataques son provocados por alienígenas, no fortuitos, pero seguimos con un grupo de periodistas que dan con todo y solucionan todo; no hay ningún indicio de que nadie más en el Mundo se entere del fenómeno y haga algo para solucionarlo, lo que daría razón de ser a Ultraman en una segunda etapa.

En definitiva, una gran serie que, quizás, como todas las de la época, ahora se verá como algo cutre y gracioso para pasar el rato y reírse, pero en su época no sólo marcó el punto de partida de las actuales series tokusatsu, sino que impresionó bastante a su público trayendo la espectacularidad del cien a los televisores. Nosotros hemos visto la versión coloreada, que entra algo mejor.

  • Lo mejor de la serie:

Tiene lo mejor de sagas como Godzilla y algunos episodios realmente bien dirigidos o muy originales.

  • Lo peor de la serie:

La falta de un héroe/heroína o de algún protagonista con fuerza.

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