Hace muy poco que la productora Nikkatsu se propuso a sí misma un reto muy interesante, el de revivir un fenómeno creado por ellos como el que fue la Roman Porn (una serie de películas que definieron en pinku eiga japonés dentro de unas fechas concretas, pero ya os hablaremos de esto más extensamente en otro artículo); pues en la actualidad ha seleccionado 5 directores afines para hacer un buen homenaje a ese género; las reglas eran bien sencillas, que se notara el homenaje, que se hiciera la película en una semana o menos y que durara menos de 80 minutos. El segundo de ellos fue para la película Wet woman in the wind, un piku eiga bastante gamberro que creemos que cumple bastante bien con su propósito de buscar un homenaje y a su vez actualización del género. Para los que queden satisfechos y quieran hacer un seguimiento, las películas pertenecientes al Roman porn Reboot han sido Aroused by gymnopedies, Wet woman in the wind, Dawn of the felines, Antiporno, White lily.

En Wet woman in the wind, el protagonista es un tipo bastante atractivo que, precisamente por culpa de esto, ha tenido algunos problemas en su vida creados por las mujeres; a raíz de esto, se ha construido una chabola en el monte y se ha aislado de la sociedad (y sobretodo del sexo) convirtiéndose en una especie de ermitaño. Pero un día su vida se cruza con la de una chica sexualmente muy liberada que, primero le propone acostarse con él por dinero, pero al verse rechazada sus sentimientos cambian y empieza a sentir algo por él. El protagonista intenta seguir con su vida rutinaria, pero ella ingenia diferentes estrategias para atraerle, sin mucho éxito, es hasta la trata de perro callejero falto de cariño; hasta que al final vuelve su ex-novia con un grupo de teatro que se quedan una noche, allí es cuando se empieza a liar todo y acaban acostándose todos con la chica excepto él. Al final la chica conseguirá lo que quiere y lo celebrarán a lo grande.

La película empieza de una manera algo confusa, con una chica estrellando la bicicleta en el agua, y el público sin saber qué pasa. Toda la primera mitad va un poco entre el drama superficial y la comedia algo tímida y muy característica hasta que, más o menos en la última media hora se desata la líbido de todos y tenemos casi todo lo que queda de metraje entre escenas de sexo erótico (que no porno tal y como lo conocemos en occidente) en una especie de bacanal por todo lo alto y sin dejar de lado el humor que impera en toda la cinta.

La verdad es que el director ha optado por una estructura muy clásica del cine japonés (y ya no nos referimos sólo al pinku), con unos planos casi siempre estáticos, unos guiones muy simples en los que no se llega a decir nada importante y que casi ni existen, ya que la mayor parte de la película transcurre en silencio, unos personajes que no son llanos porque en poco tiempo nos hacemos con ellos y sus motivaciones, pero que casi no muestran ninguna emoción en sus rostros y un ritmo en general muy pausado.

En cuanto al homenaje a los clásicos de los ’70 y ’80, lo ha hecho muy bien, ya que tenemos exactamente el mismo tipo de historia, picante y divertida y algunas escenas de sexo en las que abunda el machismo con violaciones, vouyerismo, lesbianismo, peleas por las chicas… pero a su vez con una protagonista femenina justo al contrario de todo esto y muy reivindicativa del espíritu hippie, liberada sexualmente, pero con mucha fuerza y capacidad para manipular  los hombres, quienes aquí se retratan como muy afeminados, tímidos y temerosos del sexo, como si tuvieran que ser la víctima más que el culpable que son finalmente.

En cambio se nota muchísimo la actualización del género, tanto por el estilo de contar historias, como por la calidad de la película, que quizás se ha hecho en poco tiempo y con un presupuesto limitado, pero ha sido bien pensada y realizada por un director de calidad, que ha dado más valor al vertiente artístico de la película, que no al sexo porque sí, como pasaba antiguamente, cuando se plagiaban las historias que funcionaban para no tener que esforzarse mucho en esa parte y ofrecer sólo lo que el público masculino estaba deseando.

El director elegido para este experimento ha sido Shiota Akihiko (Dororo, Moonlight whispers), que ya nos ha demostrado lo polifacético que es en varias ocasiones, y que se puede adaptar a cualquier género sin dejar de lado la calidad artística.

Por supuesto, no habría sido posible sin una protagonista con el carácter de Yuki Mamiya (Torture club) que, casi sin hablar, le da una personalidad muy fuerte a su personaje.

En definitiva, un experimento muy acertado según nuestra opinión, en el que no sólo tenemos unas grandes dosis de soft-porn (que es lo que buscábamos), sino que además tenemos una historia divertida, una manera de contarla muy atractiva y con un estilo completamente de cine japonés clásico.

• Lo mejor de la película:

La protagonista hace un trabajo increíble.

• Lo peor de la película:

Algún momento demasiado estático incluso para nosotros, pero enseguida se recupera.

https://www.youtube.com/watch?v=sAryMieZcuo