El segundo día en el Festival de Sitges ha sido un poco más relajado para nosotros, y es que ya se sabe, una de cal y otra de arena; después de un día tan intenso como el primero y de salir de la última película a las 6 de la mañana, además de otros compromisos que teníamos para la mañana del sábado, era imposible volver a darlo todo; pero la verdad es que ha sido un día con poco cine asiático, pero bastante divertido.
Llegamos por la tarde a tiempo de comer un bocata en el bar del Retiro y ponernos directamente en la cola para la primera película, una cola que media hora antes de la película no era absolutamente nada, pero 10 minutos antes se hizo larguísima, lo sufriente como para llenar el cine Prado hasta los topes, y es que nadie se quería perder Doc of the dead, un documental hecho por un habitual de este festival que nos habla sobre el fenómeno zombie tanto en las pantallas como fuera de ellas; nada nuevo por aquí, pero bastante divertido y con la intervención de grandes nombres como Bruce Campbell, Jorge Romero o Simon Pegg.
Y seguimos con la diversión, porque nos cambiamos de cine hasta el Retiro y nos vamos a ver In order of disappearance, una comedia negra noruega que ha sido comparada con Fargo de los Cohen; igual que Fargo??? Para nada!!! A parte de los paisajes blancos no tienen nada más en común, pero la verdad es que sí que nos soltamos algunas risas con una historia original y entretenida y unos personajes bastante peculiares.
Lo que no recodábamos era la Zombie Walk de hoy y cuando salimos del cine las calles están infestadas de zombies, pero no pasa nada, porque este año se acaba todo muy pronto y enseguida podemos ir a buscar nuestra cena; no nos metemos en nada de la Zombie Walk porque ya lo vemos como demasiado rutinario.
Con Aberdeen nos pasa igual que con Hang Gong-Ju, la película es muy bonita y todo eso, pero no entendemos que cabida tiene un melodrama sobre relaciones familiares dentro de un festival de cine fantástico y de terror.
Pero queda todo solventado con la última película del día, no nos quedamos a la maratón + killer entera porque el sueño puede con nosotros, pero sí que vemos la primera película Killers de los Mo brothers, una película indonesia que prometía mucho; al final casi lo único que nos da son más de dos horas de violencia explícita, snuff movies y algo de humor, pero era todo lo que le pedíamos, no nos decepciona para nada; lo que nos deja un poco parados es la gran cantidad de gente que va un sábado por la noche bebida al cine, no tenemos nada en contra, sólo nos gustaría decirles que esto no es un bar, dónde estarían mejor que aquí sentados sin poder moverse.
Soy yo la chica rubia de la foto!