¡Ya ha llegado! Otro año más nos disponemos a disfrutar del Festival de Cinema de Sitges, uno de los eventos cinematográficos anuales que tratamos de no perdernos por nada.

Después de un primer día tranquilo en el que nos vemos obligados a empezar bien entrada la tarde, tenemos una muy buena sensación sobre este año, sin divisar ningún peliculón a la deriva, pero seguro que con mucha diversión y seguro que alguna sorpresa.

Por supuesto, ya en el primer día tenemos la oportunidad de reencontrarnos con muchos de esos amigos a los que ves pocas veces al año, pero que siempre te alegran el día, y eso es de lo mejor que tienen estos festivales. Y después de algunos abrazos nos disponemos a ver dos películas sin demasiadas expectativas.

 

La primera es Detective Dee and the tour heavenly kings, la tercera entrega de esta saga de wuxias que nos narra las aventuras de un personaje bastante molón creado por Tsui Hark. Así como nos emocionamos con la primera parte y nos decepcionó un poco la segunda, pero gustándonos igualmente, aquí tenemos una nueva aventura llena de magia, sectas, animales extraños, kungfu… que, aunque no sea una gran película de las que hacen historia, cumple perfectamente con su misión de entretener y de poder ver un buen wuxia en este festival (cosa obligatoria).

 

Después, por curiosidad, intentamos ver Nekrotronik, definida como una película de demonios que entran en la cultura moderna gracias a Internet; como suponíamos, se trata de una película australiana de bajo presupuesto y de esas que son malas, pero bastante gamberras, lo suficiente como para pasar un buen rato; por supuesto, echamos en falta más acción, unos personajes más molones y un poco más de gracia en hacer las cosas, pero como os decía, para los amantes del cine cutre como nosotros, no está del todo mal.

 

Y ya, pasado este primer día, se acerca la esperada Japan Madness.