Hoy tenemos otra de las recomendaciones que hemos sacado de la programación del pasado Festival Nits de Cinema Oriental, y no solo eso, sino la absoluta ganadora de todos los premios gracias a su buen hacer y a su sorpresa. Es una película india llamada Andhadhun, bastante alejada del típico Bollywood comercial que todos conocemos y mucho más cerca de algunos thrillers algo más serios que hemos podido ver en las últimas ediciones de este festival. La verdad es que no es una película muy extrema como las que nos suelen gustar a nosotros, pero sí que consideramos que es lo suficientemente original en todos los aspectos como para sorprendernos y convertirse en algo destacado dentro del cine asiático que hemos visto este año.

No os podemos contar mucho de la historia por no querer desvelar ningún spoiler, pero todo empieza con un pianista ciego que conoce a una chica con la cual enseguida se gustan; ella incluso le ofrece trabajo en el restaurante de su padre. Así al pianista le va muy bien, con una chica a su lado, un trabajo para ir ganando dinero, una composición a medias para un concurso… Y AQUÍ EMPEZAMOS CON LOS SPOILERS, sólo los justos para introduciros… Lo que no sabe nadie es que en realidad no es ciego, sino que lo hace ver para “en teoría” tener más inspiración; así que no sólo se está buscando un problema con la chica, sino que en un momento crítico presencia algo que no debería y a partir de ese suceso se empieza a complicar la cosa hasta límites insospechados.

La verdad es que al principio de la película (excepto una escena inicial algo confusa), no nos pareció nada del otro mundo, incluso nos temimos que estábamos a punto de ver la típica comedia romántica de enredos, ya que todo es demasiado bonito y típico de este género, con una historia conmovedora, una música muy acorde y unos protagonistas a punto de enamorarse en un momento; pero es precisamente ese inicio lo que hace que en el momento del giro te quedes flipando, con unos acontecimientos completamente inesperados y nada acordes con lo visto hasta el momento; esa escena es brutal, no sólo por el cambio, sino por lo bien hecha que está, combinando la música más clásica con una escena a lo bestia casi sin sonido de fondo. Y a partir de ese momento, todo va cuesta arriba, no sólo en intensidad, sino también en sorpresa, con unos giros argumentales que nadie se habría esperado y unas situaciones de escándalo, propias del thriller más macabro y sangriento posible.

Además del impacto que pueda producir la película tanto visualmente como psicológicamente, debemos admitir que cinematográficamente es una pura delicia, con un guión muy bien pensado y todo muy bien hilado, una dirección que hace que puedas ver en pantalla sólo lo que al director le interesa, mostrando escenas a medias y dejando fuera de ellas muchísimos elementos que veremos más adelante y que nos harán comprender muchas situaciones que quizás habíamos dado por alto.

También la música acompaña mucho en todo momento, no es una música al estilo Bollywood, con canciones comerciales y bailongas y videoclips metidos con calzador en mitad de la trama, sino que busca más una música algo clásica, con toques de jazz, casi todo tocado en piano a modo de homenaje a este instrumento y muestra de que con él se puede expresar casi cualquier sentimiento.

Todo esto orquestado por Sriram Raghavan (Badlapur) que creemos que se va superando a cada trabajo suyo que vemos, introduciendo aquí también algo de humor negro y un final que deja abierto a la mente del espectador, lo que hacen la película mucho más completa.

En definitiva, un thriller sorprendente muy alejado del concepto que todos tenemos de Bollywood; una película que os mantendrá agarrados a la butaca en cada uno de sus segundos y que no dejará de darles vueltas a vuestras cabezas con mil giros del guión.

• Lo mejor de la película:

Esos detalles en los que no te fijas y más tarde te das cuenta de lo importantes que son.

• Lo peor de la película:

La verdad es que nos ha parecido muy redonda.