Hoy os queremos contar otra de las sorpresas que nos mostró el presente Festival Nits de Cinema Oriental; quizás no es una gran película ni tampoco sea tan extrema como otras, pero nos pareció un gran acierto. The man who feels no pain es una película india que en un principio pensábamos que nos dejaría parados con una acción de esas desproporcionadas, pero que resultó ser una buena comedia con mucha acción de por medio. Olvidaros del concepto más clásico que tenéis del cine de Bollywood, ésta es muy distinta, no se parece ni a las películas de bigotudos dando cachetes del sur, ni a los romances de Mumbai, pero tiene un poco de cada.

La historia es la de un niño que nace con una enfermedad por la que sus nervios no pueden sentir dolor; debido a eso tiene muchos problemas, ya que no tiene miedo a nada y ni se entera cuando se lesiona, pero conoce a una niña muy fuerte y valiente con la que se hacen muy buenos amigos. La unión de los dos hace que se vuelvan insuperables, pero también por eso la lían bastante, mucho más cuando se ponen a ver películas de kung fu y un kumité en el que un cojo derrota a 100 oponentes. Debido a un accidente, sus padres acaban separándolos e imponiéndoles disciplina, pero sus destinos están ligados y ya de mayores se volverán a encontrar precisamente gracias a ese luchador cojo; ella está atascada en una vida muy formal, pero le ayuda para escapar de su rutina, y él es un soñador que quiere convertirse en un gran luchador. Los dos intentarán ayudar al luchador cojo a combatir contra una mafia que lo tiene atemorizado y así los tres emprenderán una cruzada muy personal.

Lo que más nos ha gustado de la película en general es como se impregna de la cultura pop actual, desde las películas y cómics de superhéroes, hasta los clásicos de artes marciales de Hong Kong, pasando por todo el cine de Hollywood, música de todo tipo e incluso algunos referentes más populares de India; todo ello unido en una historia que, aunque en general ya se ha visto otras veces, se reconoce muy original por la forma de contarse y por todos los detalles y frikismos que se van añadiendo en cada parte de la historia.

Con unos personajes perfectos, muy excéntricos, pero todos con unos defectos que compensan sus virtudes, para dar un toque no de realismo, pero sí de identificación con alguno de ellos, con sus sueños o sus agonías; así no sólo tenemos un protagonista, sino que todos ellos lo son en su medida, incluso el abuelo.

Con una manera de contar la historia muy original, mezclando buenos flashbacks, escenas de VHS, números cantados, sueños, escenas de lucha… lo que hace la película no sólo más divertida, sino que le da un ritmo único y muy ágil.

Y después de tanto elogiarla, en realidad pocas cosas malas podemos decir de ella; tan sólo que si alguien quiere una película bien hecha, se olvide un poco ya que se trata más bien de algo gamberro, que se tiene que tomar cómo broma e ir a verla con ánimo sólo de reírse. Tampoco las escenas de acción son muy grandes, no esperéis encontrar unas coreografías espectaculares ni unos actores muy buenos en la materia, aunque el director lo soluciona para que queden muy resultonas y la lucha final nos ha dado una alegría bastante grande sobre todo por cómo está filmada, aunque se lleguen a saltar lo que sería la parte más interesante.

El director de la película es Vasan Bala, que hasta el momento había escrito guiones para películas como Bombay velvet o Raman Raghav, pero es su primer trabajo como director y nos parece una muy buena sorpresa.

En definitiva, una película divertida, muy original y con un ritmo perfecto que incluso se nos pasó demasiado rápida; no apta para amantes del buen cien o del cine más clásico de Bollywood, pero muy disfrutable para todos lo que tengan la  mente abierta.

• Lo mejor de la película:

Nos ha enamorado el villano perfecto, aunque al final haya sido un fracaso.

• Lo peor de la película:

A nuestro gusto es muy completa y divertida, nada malo que decir de ella.