Battlefield baseball, empieza el splatter japonés

Battlefield baseball

Hoy tenemos para vosotros otra de esas películas japonesas muy locas y extremas, quizás no muy actual, pero todo un clásico a tener en cuenta para cualquier fan de este tipo de cine. Battlefield baseball es una de las primeras películas de Yudai Yamaguchi, y aunque quizás esté muy falta de presupuesto (por no decir que va sin ningún tipo de inversión), al menos tiene mucha gracia, en su estilo de humor japonés absurdo y salvaje, que espero que ya sepáis cual es si conocéis un poco al director o este tipo de cine en general. Se trata de la película en la que después se basó Deadball, con mucho más presupuesto, conocimientos de cómo hacer cine y mejorando la trama, pero la base estaba aquí ya.

Battlefield baseball
El equipo de zombies

En la escuela Seido hay un buen equipo de baseball, con algunos jugadores estrella, por eso el director de la escuela piensa que este año puede ganar la liga escolar y convertirse en una persona importante. Lo que el director no había tenido en cuenta es que en el primer partido de la liga les tocará jugar contra el peor equipo de todos, y no es porque sean buenos, sino porque en realidad son una panda de zombies nazis que juegan sin reglas y se les permite, y por lo que cada partido acaba con la muerte y mutilación de todos los miembros del equipo contrario. Por suerte, ese mismo año entre en la escuela un alumno nuevo, un chulo enigmático y carismático que por casualidad es un as del baseball, pero que no quiere jugar porque de pequeño mató a su padre lanzándole unas bolas rápidas. Al final, cuando todos sus compañeros acaben destrozados se decidirá a jugar e intentará acabar con todo el equipo de zombies, incluyendo al entrenador y a  todo el que se le ponga en medio.

Podemos calificar la película como una de esas de cine cutre que es tan malo que es bueno, con una falta total de medios y una dirección bastante pésima, pero con unas situaciones y unos personajes tan disparatados que nos hacen partirnos de risa. Además, aunque tenga algunos gags muy buenos durante toda la película, no alcanza su esplendor hasta la última media hora, en cuanto empieza el partido de baseball; y es allí donde se suelta todo y se desfasa completamente, convirtiéndose no sólo en una película de humor, sino en una gore de Serie B.

Battlefield baseball
Ese Tak Sakaguchi!

Sin duda, a parte del partido en sí, la película solo se sostiene por una sola cosa, y es su protagonista Tak Sakguchi (uno de nuestros actores favoritos de cine asiático extremo) que aquí hace un poco su papel de siempre: el de tío duro y enigmático, que aparece como de la nada para darse de hostias con todo el mundo y solucionar cualquier situación no dejando vivo a nadie. En una de sus primeras películas como actor después de dos buenas colaboraciones con el director y su amigo Ryuhei Kitamura y conseguir dos grandes éxitos con Versus y Alive. Si él, esta película habría pasado desapercibida, pero le da un toque inimitable que la convierte en todo un referente.

A parte de su protagonista y tener un ritmo muy desigual, sólo podemos destacar al cutrez de todas sus escenas, y no hablamos sólo de esos efectos especiales y maquillajes improvisados y sacados del bazar chino, sino incluso de las escenas de acción dónde los personajes ni se tocan cuando se están pegando; y aquí se nota demasiado la falta de experiencia del director, que estaba haciendo su primera película y se dedicó sólo a intentar reflejar una idea loca que había tenido, sin importar mucho las formas. Tampoco el gorno es gran cosa aquí, sí que se intenta, pero con su falta de recursos, no da pie a poner ni siquiera esos chorros de sangre o miembros mutilados, todo pasa fuera de escena y vemos sólo el resultado.

El director, como ya hemos dicho, es Yudai Yamaguchi (Deadball, Yakuza weapon) quién no se luciría demasiado aquí, pero luego mejoraría notablemente, convirtiéndose en una de los director más extremos y bizarros del panorama actual japonés y repitiendo todo lo que podía con su actor fetiche Tak Sakaguchi.

En definitiva, os podrá parecer una película infantil, cutre, mal hecha y sin mucho sentido, pero no podréis parar de reír con ella y pensad que fue una de las primeras de esta nueva ola de cine japonés extremo que acabó con la Sushi Typhoon y se ha convertido en todo un referente del género.

  • Lo mejor de la película:

No se puede imaginar nada más loco y estúpido.

  • Lo peor de la película:

Algunas escenas demasiado amateurs, aunque así hacen más gracia.

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