Aunque no sea nada novedoso y aunque últimamente nos estamos centrando mucho en los estrenos de cine asiático de Netflix, la verdad es que quizás preferimos hablaros sobre películas a las que podáis acceder fácilmente que sólo sobre rarezas que tengáis que ir buscando de forma piratilla. Pues hemos visto Dinasty Warriors, que es algo que teníamos que hacer sí o sí y hablaros de ello, uno de los grandes estrenos (a nivel de marketing) de China este año, aunque quizás mucho más a nivel internacional que a nivel local. La película es una adaptación del videojuego Total war: Three kingdoms, con un gigantesco éxito en China y que en occidente fue adaptado con el nombre Dinasty Warriors; pues lo grande de la película es básicamente su licencia y el saber incluir a los personajes más célebres del videojuego.
La historia se sitúa en la Dinastía Han (aunque en un mundo algo más fantástico), cuando la dinastía conquistó los reinos más poderosos de China y se hizo con un poder absoluto; pero al llegar a este poder, no todo resultó como debería ser, y el general/canciller de la dinastía se corrompió al máximo, poniendo a un títere suyo al poder para tener él mismo todo lo que quiera. Pero el pueblo no está contento con este cambio, y junto con ellos, hay algunos elementos subversivos en la corte que piensan en el bien del pueblo y quieren derrocar al canciller para que la Dinastía Han sea sinónimo de prosperidad y no de corrupción. El general Cao es el más legal y valiente de todos y consigue reunir un general de rebeldes con 18 generales que le apoyan; también llegan a la alianza rebelde tres grandes guerreros con armas mágicas que, al principio no serán muy bienvenidos, pero que representarán una inclinación de la balanza, sobre todo cuando se tengan que enfrentar con el gran general del ejército de Han, un guerrero muy poderoso e invencible.
Y, aunque parezca toda una historia de ejércitos, tácticas y miles de personajes enfrentados (y en realidad lo es), se centra básicamente en esos tres guerreros, que por supuesto son los más carismáticos y los que nos ofrecerán una mayor dosis de acción. Tal y como sucedía en el juego (no en el chino, que se basa en tácticas militares, si no en el que hemos jugado nosotros), toda la acción se centra en unos pocos personajes clave luchando solos contra ejércitos enteros, pero con unas artes terrenales y místicas tales que son capaces de derrotar a decenas de hombres con un solo golpe.
Empezando con lo malo de la película, la verdad es que no es muy original, hemos visto ya muchas películas del mismo estilo; suponemos que la gracia debe estar en reconocer a sus personajes, haberse metido en su piel dentro del videojuego, y ahora poderlos ver en una película. Sin embargo y siendo una película básicamente de acción, las escenas de peleas y batallas no son demasiado “chinas” por decirlo de algún modo; es decir, no tiene unas coreografías muy trabajadas, ni se nota el trabajo de especialistas en artes marciales, ni dentro ni fuera de la pantalla, todo es como muy estándar, basado únicamente en sus efectos especiales, tal y como se podría haber hecho en Hollywood. Tampoco la música nos ha acabado de encajar, mezclando en distintas escenas música electrónica, rock y la típica música época de película… En general, creemos que en el argumento y personajes sí, pero por el estilo nos ha resultado un poco impersonal.
Pero no todo es malo ya que, si queréis ver una película de acción simplemente por pura diversión sin pensar en nada más, no la dejéis escapar; aquí encontraréis mucho entretenimiento porqué sí, además de unas escenas espectaculares, respaldadas por la inversión de un gran presupuesto, justo para que se convierta en todo un blockbuster. Y no sólo tendréis espectáculo para toda la familia, sino que, a los que nos gusta la fantasía y esas escenas de acción desmesurada y completamente irreal, aquí disfrutaremos bastante, con caballos que pueden ir por dónde sea, armas mágicas, grandes poderes místicos, combates a lo bestia, incluso un poco gore, etc.
Y para rematar el trabajo, unos actores muy carismáticos para los papeles de villanos (y es que dicen que con un buen villano tenemos media película asegurada) y así tenemos a Lam Suet (Exiled, Election) como el gordo canciller corrupto y al gran Louis Koo (Call of héroes, Drug war) que no muestra todas sus habilidades, pero sí su carisma.
En definitiva, una película al alcance de todos, para no pensar nada y relajarse con un buen espectáculo audiovisual; quizás aquí no la disfrutemos tanto si no hemos ni visto el videojuego original, pero sí que nos recuerda a su versión occidental; igualmente, aunque no seamos unos jugones, bien para los fans de la acción digital y que da para muchas precuelas/secuelas.
- Lo mejor de la película:
Esas persecuciones a caballo son lo más original.
- Lo peor de la película:
No se si es un final abierto o una patochada, pero nos ha dejado fríos.