Cuando los organizadores del Casa Asia Film Week nos avisaron de que habían visto repetidas veces I saw the Devil y que en cada uno de los visionados gritaron, creí que era una fanfarronada. Pero cuando me di cuenta que esta película era dirigida por Kim Jee-Woon y protagonizada por Min-sik Choi, uno de los protagonistas de la famosa saga Old Boy, comprendí que estaba a punto de ver una nueva película de cine asiático extremo.

 

I saw the devil, definidia por su realizador como “un hombre que se convierte en diablo para poder castigar a otro diablo” empieza como una película coreana más del cine de terror en la que un psico killer atrapa a una de sus indefensas víctimas. Empiezas a ver que esta película es algo más extrema cuando ves como el asesino descuartiza a su víctima; y ya comprendes el auténtico significado de esta mezcla de serial killer con cine de terror y psicológico cuando el protagonista se toma la venganza de su propia mano: buscando, atrapando y haciendo sufrir al asesino tanto como él a hecho sufrir a sus víctimas, en cada una de las veces que le atrapa.

El argumento de la película vuelve a dar otro giro argumental más cuando el protagonista se da cuenta de que se ha convertido en un monstruo, igual que el asesino de su mujer, para poder cumplir su venganza, cosa que desembocará en un final tortuoso en el que todo el mundo sale perdiendo. No desvelaremos aquí el final, ya que tenéis la suerte de que hace menos de una semana se estrenó en DVD en nuestro país.

 

Esta película aguanta con el espectador atento a la pantalla durante sus más de 2 horas gracias a su mezcla de humor ácido y sus escenas de violencia extrema. Además, al finalizar la película puedes salir de la sala del cine con un buen sabor de boca porque además de disfrutar con el buen saber hacer del director y de los actores, el argumento te hace pensar y evolucionar como persona.

Digna de compararse con otras películas extremas del gran maestro Takashi Mike como Ichi The Killer o Izo, sólo creemos que a I saw the Devil le falta un punto más de llegar al extremo para convertirse en una de las indispensables.

 

• Lo mejor: las escenas de de ultra violencia como cuando el protagonista le corta el tendón al psicópata o cuando se asesina sin piedad a la multitud de actores y extras que van cayendo a lo largo de la película.

 

• Lo peor: se alargan algunas partes de la trama más de lo necesario, como por ejemplo las tres o cuatro veces que el protagonista va a buscar al psicópata para vengarse, haciendo la película un poco demasiado larga.