Hoy retomamos las reseñas del cine asiático visto en el reciente festival de Cinema de Sitges, y lo hacemos con una producción china que, como mínimo es algo curiosa: Escape from 21st century, una especie de película juvenil de ciencia ficción con mucha acción y con una estética de anime. La gente hablaba muy bien de esta película, y a nosotros no nos pareció que fuera para tanto, pero como hemos dicho, como mínimo es algo diferente y original.
La acción transcurre en un planeta muy parecido a la Tierra, pero que no es el muestro, allí unos jóvenes estudiantes acostumbrados a meterse en líos y en peleas para ver quien es el más fuerte, acaban escapando y sumergidos en una especie de líquido tóxico radioactivo. A partir de entonces, cada vez que estornudan, viajan 20 años en el futuro y allí ven en qué se han convertido sus vidas que, por supuesto, no es nada de lo que esperaban: el más gordito ahora está cachas y con la novia de su amigo, otro es un asesino a sueldo que trabaja para una malvada organización criminal superlativa y el otro un periodista que busca las noticias más conflictivas con su compañera, que es una actioner total. En el futuro ya no están juntos, pero como ahora sus mentes son las de sus yoes adolescentes, se acaban juntando para saber cómo ha ido todo y acaban descubriendo una trama criminal que pretende acabar con el mundo tal y como lo conocen para mejorar la vida de algunos ricos del mundo futuro.
No nos consta que la película sea un live action, ni siquiera ningún tipo de adaptación de un manga, pero lo primero que se puede ver al visionarla es su aspecto completamente de anime, en el que incluso se introduce alguna secuencia animada para los momentos más exagerados; y no sólo eso, sino que toda la historia está muy en conjunción con esta tendencia de los mangas sobre viajes en el tiempo que hay últimamente (tales como Tokyo revengers, por citar uno solo y que creemos que ha sido una gran inspiración para esta película).
Todo tiene un ritmo trepidante, ya empieza la película con una escena de pela a lo bestia, y no para hasta el final, con un ritmo in crescendo que dejará finalizar la película con otra escena de pelea muchísimo más épica, nada que ver con la primera. Pero no sólo es el ritmo como podría ser en cualquier otra película de acción, sino que todo en ella nos pone a 100, desde los colores histrionicos, los efectos especiales grandilocuentes, unos protagonistas que no paran de correr de un lado para otro, sin ni siquiera pensar (aquí lo único que importa es pasar a la acción antes que nadie) y también mucho humor (que no falte en ninguna de las escenas). Con todo esto, el director consigue, más que una especie de anime, una mezcla entre anime, videojuego, anuncio, videoclip… en mi época diríamos que es la típica película perfecta para la MTV (ya sé que soy un viejo y eso ya no tiene nada que ver, pero para dar una referencia); así que, sobre todo, tiene un alcance muy juvenil, muy millenial, perfecta para todos aquellos con déficit de atención y que necesitan cosas y emociones nuevas a cada minuto para no escaparse hacia otra actividad. Con todo esto, quizás a nosotros nos ha quedado demasiado moderna, o demasiado estimulante, pero entre su aspecto y su contenido un poco más flojo (si nos fijamos bien en el argumento, al final en toda la película no pasa nada excepto el plan de la organización para acabar con el mundo, y eso ya está muy visto); así que reconocemos que ha sido un buen espectáculo a nivel audiovisual, pero como película completa se nos ha quedado un poco floja.
Con un director y unos actores muy jóvenes, que se supone que deben ser las nuevas promesas del cine chino y que la verdad es que no lo hacen nada mal (nuestra queja no viene por aquí, sino más bien por el guion), creemos que en su país de origen puede haber sido muy bien recibida por el público más juvenil (aunque tampoco sabemos si este tipo de público mira películas más allá de Youtube…).
En definitiva, una película más de acción que de ciencia ficción, con una estética muy de anime/videoclip que apabulla los sentidos y un ritmo trepidante; algo que a nivel audiovisual es muy original y atractivo, aunque a nivel de historia no tenga absolutamente nada. Al final la valoración es buena, como experiencia ha sido gratificante.
- Lo mejor de la película:
Una batalla final entre acción real y anime impresionante.
- Lo peor de la película:
Quizás ya estamos muy viejos para este tipo de productos.