Hoy vamos con otra de las películas de Netflix, en este caso otro thriller coreano, que quizás en esta ocasión no nos ha sorprendido demasiado, pero que igualmente creemos que no es una mala película, y ya os contamos… Su título es Noche en el paraíso y es el típico thriller de mafias coreanas, ni verosímil, ni exagerado o super violento, sino algo un poco impersonal para nuestro gusto.
Es la historia de un matón de una mafia coreana, en realidad uno de los mejores y con ganas de retirarse para ayudar a su familia, que se le tuerce el mundo entero cuando mueren su hermana enferma y su sobrina en un pretendido accidente de coche. Él sabe que ha sido la mafia rival, que ha querido dejarlo fuera de juego, y no se le ocurre nada mejor que buscar venganza, atacando a esa banda y matando a varios de sus miembros. Por supuesto, sus acciones no podrán quedar sin castigo y los jefes de las dos mafias acuerdan que la única manera de evitar una guerra entre bandas es liquidar al sujeto en cuestión y así darlo todo por perdonado. Pero él huye al campo, dónde lo acogerán una chica enferma (igual que su hermana) con su padre, que al principio sólo lo harán por dinero y no estarán nada convencidos, pero que acabarán cogiendo cariño a nuestro protagonista; todo eso estará muy bien hasta que las mafias den con ellos y vayan a eliminarlos a todos; el matón y su nueva amiga se defenderán con todas sus armas.
La película es muy correcta, se trata del típico film coreano de mafias con algo de acción y violencia, una trama sin demasiados artificios y un lado humano y sentimental muy fuerte que intenta compensar y justificar tanta violencia; en realidad es todo tan típico, que nos recuerda muchísimo a muchas otras películas que ya hemos visto anteriormente y, sí, aquí volvemos a confirmar que muchos de los thrillers coreanos que se hacen últimamente vienen a ser lo mismo, o son demasiado parecidos, o nos dejan con la misma sensación; por supuesto, este es uno de ellos, tanto en su argumento, como en la manera de mezclar las emociones con la acción, como en todo lo que intenta transmitir al público.
Sin embargo, seguimos diciendo que no es una mala película, de hecho, tiene una producción bastante buena, como muchos thrillers coreanos; al ser un género que suele triunfar se haga como se haga, las empresas confían en casi cualquier proyecto parecido e invierten sus recursos sin miedo; pero no sólo hablamos de poder hacer las cosas bien, sino también de hacerlas, y es que la dirección es bastante acertada y repetimos, lo único que nos cansa de ella es una fórmula demasiado repetida ya, pero para un espectador de Netflix que no esté acostumbrado, puede llegar a ser una muy buena película.
También debemos reconocer que tiene algunas escenas con una violencia bastante extrema, y aquí sí que nos ha ganado, pero no lo acompaña de un buen ritmo, de hecho, toda la acción que puede haber se encuentra al inicio y al final de la película, dejando casi todo el tiempo de la parte central como historia sentimental (una historia que tampoco no es gran cosa ni nos aporta nada); en la mayoría de las ocasiones, esta contraposición entre violencia y sentimientos funciona muy bien acentuando las dos partes, pero en esta ocasión se nos ha vuelto algo pesado y sin sentido, seguramente por no aportar nada nuevo que no hayamos visto ya o por no hacerlo de forma adecuada.
De todos modos, ha sido dirigida por Park Hoon-jung (The with: Part 1, New world) no es que haya hecho ninguna película que nos emocione, pero reconocemos que como director es de los buenos, quizás es sólo por los proyectos que le toca hacer…
En definitiva, una película muy correcta, un thriller coreano que mezcla una buena dosis de violencia con otra de sentimientos profundos, pero con un esquema y un estilo que ya hemos visto muchas otras veces que no nos sorprende ni nos aporta nada nuevo; para los acostumbrados al cine coreano, una más sin nada especial.
- Lo mejor de la película:
Alguna escena de acción realmente bien trabajada.
- Lo peor de la película:
La falta de ritmo y de originalidad.
