Once upon a time in China: Warriors of the nation, seguimos con la saga original

Warriors of the nation

Hoy tenemos para todos vosotros la reseña de otro estreno que nos trajo en exclusiva el pasado Festival Nits de Cinema Oriental: Once upon a time in China: Warriors of the nation, la anunciada como octava parte oficial de esta saga de películas dedicada a la figura de Wong Fei Hung y que empezó de manera espectacular Jet Li con dirección de Tsui Hark, pero que pronto cambió de protagonista a Vincent Zhao en cuanto se vio que la saga empezaba a contar con más entregas de las esperadas. Aunque se han hecho muchas versiones de la historia y las aventuras de este personaje (a decir verdad, las últimas no muy acertadas y casi todas para el mercado de VOD de China), se supone que ésta recupera el estilo clásico de la saga.

Warriors of the nation
Wong Fei Hung

Todo empieza con una secta que está acaparando muchos adeptos (el Loto blanco) y que rinde culto a una especie de mujer/diosa que atrapa a sus seguidores con drogas. Además de intentar desintegrar esta secta por maliciosa y por estar perjudicando al pueblo, Wong Fei Hung se ve metido en otro asunto político, y es que los que estaban detrás de la secta también están elaborando un plan para que los japoneses puedan entrar en el este de China a través de una invasión marítima, que será bien justificada a través de los contactos en el gobierno que tienen los villanos. Wong Fei tendrá sus problemas personales, ya que la jefa de la secta resultará ser una vieja conocida que interferirá en su vida amorosa, pero también se ayudará de sus discípulos que harán todo el trabajo de campo, resolviendo los problemas más simples. Al final, como siempre, Wong Fei Hung descubrirá el complot y salvará a los aldeanos que le ayudarán en su lucha final contra los japoneses.

La verdad es que el argumento de la película nos ha parecido un poco tonto y típico, pero ¿cuál no lo era en el cine más clásico de artes marciales? Esta película, para nosotros está recuperando el espíritu de las películas de kungfu de los ’90 y del inicio de esta saga que se fue devaluando con el tiempo, eso sí, con el mismo estilo de narración y composición, pero utilizando técnicas mucho más modernas.

Warriors of the nation
Grandes escenas de artes marciales

Por supuesto, casi todo se basa en las artes marciales y las escenas de lucha, y la verdad es que estás son increíbles, con un estilo muy clásico de cables, movimientos ultra rápidos, escenas sin cortar, etc. y con unos especialistas de calidad para que todo quede lo más espectacular posible.

En cuanto a la narración de la historia, pues como en las películas más antiguas, ésta será sólo de escena en escena, para ir rellenando los huecos que dejan las escenas de acción y simplemente para dar algo de significado al conjunto, intentando introducir algo de política y de lo buenos que son los chino y lo malos que son los japoneses. De todos modos, en las escenas más tranquilas y dedicadas a contar la trama, tampoco nos dará tiempo a aburrirnos nada, ya que es una de esas narraciones rápidas y con muchos personajes, de las que te pierdes si te despistas un momento; por suerte, no hay nada imprescindible para poder seguir bien la película.

El punto negativo de la película, como en muchas de su estilo, es el intentar buscar un contrapunto cómico para el protagonista, pero no hacerlo de una manera discreta y sin forzar demasiado, sino llegar a meter en la trama un elenco de discípulos cada cual más estúpido y patoso que el anterior, pero que juntos consiguen desentrañar algunas de las tramas, haciendo que no nos creamos esta falsedad ni por asomo. Quizás para una película de humor absurdo no habría estado mal, pero aquí nos han cansado mucho estos personajes.

La verdad es que la película, antes de verla ya venía avalada por unos nombres de calidad, entre ellos Marco Mak (montador de la saga original, así como otras maravillas como Iron monkey, Swordsman 2, Una historia china de fantasmas 2…) y un Vincent Zhao (Wu dang, The White haired witch of lunar kingdom) encargado de protagonizar esta saga desde la cuarta entrega y que en el último año ya ha hecho 4 adaptaciones de las aventuras de Wong Fei Hung.

En definitiva, una película perfecta para los amantes del cine de artes marciales de los ’90, con una trama algo tonta y nacionalista, pero con unas peleas espectaculares llenas de cableado y muy bien ejecutadas (incluyendo el mítico golpe Shadowless kick de Wong Fei Hung).

  • Lo mejor de la película:

Muy entretenida, diversión asegurada para los amantes del kungfu.

  • Lo peor de la película:

Nadie entendió el pixelado de la herida de muerte en la escena final.

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