Empezamos ya con las reseñas de las películas que vimos en el presente Festival Nits de Cinema Oriental (quizás no todas, pero sí las que más os pueden interesar), y como no, lo haremos empezando por lo que más nos gustó: la sección tokustatsu. Planet prince 2021 es en realidad la adaptación de un manga y una de las primeras series tokusatsu de TV japonesas, que ahora se ha recuperado como una película para la gran pantalla de la mano de uno de nuestros directores estrella: Minoru Kawasaki, creador de algunas de las películas más locas que hemos visto; y ésta no se queda atrás, también es una auténtica locura.
Después de 200 años enterrado y durmiendo, un alienígena que había estado escondido bajo tierra, despierta de golpe ante la aparición de otra raza peligrosa para el paneta Tierra. Después de salvar y conocer a una preciosa chica, que a su vez le recompensa con bollos de la panadería de sus padres, para recuperar energías y poder enfrentarse a los malvados que planean saquear la panadería para encontrar un mineral que hay debajo de ella. El protagonista no conoce nada de nuestro planeta, es casi como un robot sin sentimientos y una risa muy falsa, por lo que decide interactuar con la fauna local para aprender más de la Tierra y de él mismo y su misión, ya que padece de amnesia. Con esto se va encontrando con muchas situaciones algo ridículas, entre ellas su relación con las chicas del instituto, su cambio de roles con una estrella pop y muchos enfrentamientos con los malvados, que le mandan masillas, robots, etc. Para poder acabar con él. Al final encontrará la razón de su existencia que no es la misma que él pensaba en un principio.
Cuando os decimos que es un tokusatsu (y un muy buen exponente del género), ya sabéis que os vais a encontrar: mucho látex, disfraces ridículos y llenos de colorido, peleas exageradas, sobreactuaciones, etc. Pues esta película tiene todo esto mucho más infantil y exagerado que de costumbre, ya que el director intenta recrear casi de manera idéntica (aunque con medios actuales) la serie original, para hacer que esta no sea nada nuevo, sino un simple homenaje; y lo hace tan bien, que no le importa el público que pueda verla, está dedicada a esos niños que veían la TV en los años ’60 y que tenían la ilusión de creerse todo lo que veían y emocionarse con cualquier cosa. Tal es así, que quizás a muchos de vosotros os parezca algo ridículo, sin mucho sentido y carente de cualquier tipo de estilo; pero precisamente por eso es que es mucho más divertida que otras obras parecidas del mismo género.
La película se estructura en una especie de episodios, como si fuera una serie muy acortada, suponemos que con el espíritu de querer recrear distintos episodios de la serie original, o mantener ese carácter de aventuras cortas y autoconclusivas, no busca un guión completo, sino más bien ir ofreciendo píldoras de humor al espectador con una cierta coherencia narrativa y de forma que la película no decaiga en ningún momento, y lo consigue porque el ritmo (de una película basada básicamente en alternar escenas de gags humorísticos y escenas de peleas) aguanta perfectamente durante todo su metraje. Eso sí, para los que queráis saber si la acción está bien (que sabemos que para algunos es lo que define un buen tokustatsu), os diremos que no es una acción de verdad, que todas las escenas de pelea son más cómicas que de acción, que no hay ni una coreografía como tal y que todo roza el ridículo más absurdo; pero precisamente porque no es un tokusatsu original, sino un homenaje en clave de humor de una serie de culto que ahora veríamos como muy tonta.
El director de la cinta, como ya hemos dicho, es Minoru Kawasaki (Kalamari wrestler, Executive koala) quien ya nos ha demostrado su locura nipona en muchas ocasiones; aquí creemos que no es tan original como en otras de sus películas, en las que saca todo lo que tiene en la cabeza y lo vomita sin filtros; pero es normal ya que tenía que ceñirse a unos personajes e historias concretas. De todos modos, aunque quizás no se acabe de reconocer su firma, sí que nos deja con una gran locura.
En definitiva, un tokusatsu de humor absurdo e infantil, perfecto para los japoneses que vivieron la serie y ahora son mayores, para nosotros quizás algo menos cultista, pero sobre todo algo con lo que seguro que nos echamos unas buenas risas locas.
- Lo mejor de la película:
Algo inesperado y original, nada que ver con cualquier tokusatsu actual.
- Lo peor de la película:
El final podría haber sido mucho más loco.