Hoy os queremos reseñar la que ha sido nuestra favorita de la edición de este año del Festival Nits de Cinema Oriental: Song of the assassins, un wuxia chino de nueva hornada, pero con todas las características de nuestras películas favoritas del género que se hacían en Hong Kong a finales de los ’80 y principios de los ’90. Al principio no dábamos mucho por ella, pensábamos que sería una película de acción marcial más de bajo presupuesto como muchas de las que se hacen actualmente, pero después nos hemos enterado de que es una buena producción, un tanto accidentada en su estreno, ya que en 2018 ya estaba acabada, pero que cuenta hasta con una serie (creo que aún no se ha estrenado, pero por allí anda).

Es la historia de Asura Azul, un guerrero que perdió a su familia en un ataque indiscriminado por hacerse con el mapa de los grandes tesoros escondidos labrado en cobre; el maestro de Asura Azul lo lleva al Valle, un sitio muy misterioso de gente que acepta cualquier tipo de encargo, y él se convierte en uno de los 4 asesinos del Valle, con una mano mecánica que le concede el señor del valle a cambio de la que perdió luchando. Actualmente parece que se ha encontrado el mapa perdido de su padre y a nuestro héroe le encargan la misión de recuperarlo para el príncipe, pero cuando está a punto de hacerlo, se da cuenta de que no sólo hay más gente del Valle con la misma misión, sino que hay alguien muy poderoso que les pasa delante, acaba con ellos y se lleva el mapa. Persiguiendo la verdad, nuestro héroe se tendrá que enfrentar al ejército del príncipe, a sus propios colegas, el resto de asesinos del Valle y a algún ser misterioso, pero también tendrá una ayuda inesperada de una mujer del Valle que estará de su lado, todo para descubrir una inmensa conspiración política.

Lo principal que queremos destacar sobre la película, porqué nos ha gustado tanto y porqué decimos que es muy al estilo de los wuxias de los ’90, pues ¿recordáis todas esas películas en que todo transcurría tan deprisa que algunos ratos era difícil percatarse incluso de lo que estaba sucediendo? Y no hablamos sólo de las escenas de acción, sino que, empezando por una introducción hablada en la que se contaban un montón de cosas y pillábamos la mitad, pensando que ya lo iríamos viendo durante la película, siguiendo por la gran cantidad de personajes y facciones que aparecen, que es imposible quedarse con todos y saber dónde pertenece cada uno y sus relaciones, mucho más cuando hablamos de conspiraciones políticas, en la que todos esconden algo y no se desvela la mitad de la información hasta el final de la película y acabando por que hay tanto movimiento y acción que todo pasa super deprisa… Pues es esa sensación apabullante de que nos estamos perdiendo la mitad de las cosas, que tenían algunas películas de Hong Kong, en las que se querían contar grandes historias (normalmente sacadas de sagas literarias) en muy poco tiempo, aunque al final siempre no acabamos enterando de todo justo en la última escena. Pues eso nos encanta.

A parte de esto, como un buen wuxia, tenemos aquí una mezcla de todo lo que tiene que tener una gran historia: romance, acción, luchas, espadas, personajes con mucho carisma, giros de guion, componentes fantásticos (y en este caso hasta steampunk), el clásico camino del héroe, algo de política, amigos que en realidad no lo son y enemigos que ayudarán al héroe, grandes pérdidas, etc. Todo para crear una historia que quizás no será recordada, ni es de las mejores que hemos visto, incluso nos es algo familiar (recordando a algunas historias del Detective Dee, por ejemplo), pero que es de lo que más nos gusta en un wuxia y que mientras ves la película acaba atrapándote.

Por supuesto, también tenemos unas grandes escenas de acción, quizás no demostrando una gran pericia en artes marciales, pero compensándolo con mucho cable, armas únicas y especiales, bastante CGI (pero no de ese que intenta cobrar todo el protagonismo de la película, sino sólo para hacer las batallas más espectaculares), mucho movimiento de cámara, etc.

Todo esto con un gran estilo (esto sí que es muy actual, nada que ver con el wuxia más clásico) y un aspecto visual impecable; dirigido por un grande como Daniel Lee (14 blades, Three kingdoms, resurrection of the dragon) y con un protagonista ya experto como Feng Shaofeng (Fantasia de hielo, Detective Dee: the four heavenly kings).

En definitiva, un wuxia con un estilo y una acción muy actual, lleno de efectos especiales y de grandes luchas pero, como en los grandes del género de los ’90, basado en una gran obra literaria clásica, lo que le da una trama intensa y quizás demasiado extensa para una sola película, así que tenemos uno de esos wuxias en los que todo sucede a una velocidad de vértigo.

• Lo mejor de la película:

Una buena historia contada con un estilo impecable.

• Lo peor de la película:

Nosotros habríamos introducido algo más de elementos fantásticos.