T-O-R Crocodile raiders, el ataque de los cocodrilos

crocodile raiders

Seguimos esta semana con las últimas novedades de nuestra colección favorita Trash-o-rama y otra edición en Bluray muy bien aprovechada, tanto para poner la película principal en alta definición, como para llenarlo de extras bizarros. Y de bizarrismo y cine cutre va la cosa, porque hemos visto Crocodile raiders, una aventura de acción con cocodrilos por medio (¿ya lo suponíais por el título, no?) y al final una de las películas chinas más cutres del año, con permiso de laguna que se me yo… que podría muy bien haber sido producida por la Asylum china, porque nos ha recordado mucho a esas producciones baratas y efectistas, pero con un poster increíble.

La historia es muy básica, una científica y su hermano friki se juntan con un grupo de mercenarios para ir a una isla a investigar unos extraños sucesos que están haciendo desaparecer a la gente y relacionados con un laboratorio que trabajaba con cocodrilos. La chica quiere buscar a su padre, pero los mercenarios sólo piensan en su misión: conseguir el ADN de los cocodrilos para aprovecharlo con fines militares, sin importarles las bajas que pueda haber. A parte de estos dos grupos y lo mal que se llegarán aportar entre ellos, en la isla se irán encontrando con un superviviente capaz de lidiar con los animales, un grupo de indígenas, etc. y entre todos deberán acabar o huir de un grupo de cocodrilos mutantes gigantes listos y asesinos, liderados por el mayor de todos, un ejemplar de más de 5 metros.

Cuando os decimos que la película es muy Asylum, lo hacemos porque parece una copia exacta de cualquiera de esas películas que veíamos los domingos por las tardes; con un guión e incluso una historia casi inexistente, unos diálogos y situaciones muy parecidas a las de otras películas del mismo estilo, unos efectos especiales la mar de cutres (aunque reconocemos que en este caso algo mejores de lo normal), unos personajes lo más típicos posibles: el malo cachas, el bueno guaperas, la chica guapa y guerrera, el elemento cómico, una protagonista que promociona la inteligencia femenina, etc.

Y lo peor de todo es que el atractivo de la película son sus escenas de acción, unas escenas de acción que se basan prácticamente en un montón de tíos y tías disparando al aire y en el otro lado los cocodrilos de CGI casi sin moverse (porque quietos dan más el pego), de vez en cuando algún tipo comido o mutilado y listos, todas las escenas de acción bastante parecidas entre sí.

En definitiva, una película mala con avaricia, pero de esas que viéndola con amigos y unas cervezas puedes echarte unas risas bien buenas. El típico cine cutre moderno que intenta ser algo espectacular y se queda en algo ridículo en todos los aspectos.

Crocodile fury

Pero no os preocupéis, porque el plato fuerte del Bluray no es este, sino la película que viene como acompañamiento: Crocodile fury, una película de los ’80 no solo cutre, sino bizarrísima, una de esas producciones de la Filmark dirigida por Godfrey Ho (nuestro rey del bizarrismo) y que tiene todo lo que podáis esperar: cocodrilos, vampiros chinos, zombies, marines americanos, un héroe que entrena con un monje budista para conseguir sus armas mágicas, hombres-espíritu capaces de convertirse en cocodrilo, peleas y más peleas, asesinato infantil, sangre por todos lados, una pizca de sexo y violaciones, y mucho látex y corchopan para los amantes de los efectos especiales más gamberros.

No tratamos de contaros el argumento porque es casi una misión imposible, con tanto engendro de por medio, tantas vueltas de guión y tanta locura… Sólo os diremos que es la risa máxima que os tendríais que hacer con este Bluray solo por ver esta película (y hacía un tiempo que no veíamos Filmark en Trash-o-rama, cosa que nos alegra mil).

Además de eso, también se han recuperado algunos de esos extras súper bizarros de los que tanto se curraba hace tiempo Domingo, que son una tontería muy grande, pero nos alegran la sesión. Ya sabéis, esos cortos clásicos sacados de a saber dónde con sus subtítulos locos.

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