What to do with the dead kaiju? La sátira poítica más loca

What to do with the dead kaiju

Ya la última película que reseñamos de lo que pudimos ver en materia de cine asiático en el pasado Festival de Cinema de Sitges, aunque no por última será la peor (ni la mejor…), y es que este año, al contrario de la mayoría, hemos tenido una buena muestra de cine japonés kaiju eiga (el dedicado a los monstruos gigantes). What todo with the dead kaiju?, es una película bastante original y con mucho humor, que trata algunos temas que nunca se habían tratado en este género, así que, por lo menos podréis ver algo nuevo, aunque no por eso signifique que sea mejor que el resto. Viéndola justo en este festival, sí que tiene algo de relación con Shin Godzilla o Shin Ultraman, pero ya os contaremos.

What to do with the dead kaiju
Un cadaver dando guerra

En Japón, después de una gran batalla, unos infructuosos esfuerzos del ejército por derrotar a un kaiju que había aparecido, sin saber muy bien cómo, aparece un superhéroe y lo derrota, pero hay un gran problema con eso y es que el cuerpo del kaiju queda muerto en medio de un río a las afueras de la ciudad. La película se centra sobre todo en el nivel político, en cómo se reúnen los distintos ministros para solucionar el problema; pero el problema no es de dónde apareció el monstruo o quién es el superhéroe, ni como prepararse o qué hacer si vuelve a suceder… el auténtico problema es qué partido se le puede sacar a esta situación, con distintas discusiones entre venderlo a otros países, desecharlo como residuo orgánico, estudiarlo para ver si su carne sirve para algo… Mientras todos los ministros se pelean por quién tiene la responsabilidad del cuerpo y puede sacar beneficio, el cuerpo muerto empieza a pudrirse y a hincharse, amenazando con explotar y acabar con el país entero, y es entonces cuando nadie quiere ya hacerse cargo de él y lo acabarán dejando al ejército, más concretamente a un tipo del que quieren deshacerse y no saben cómo.

What to do with the dead kaiju
Demasiado protagonista para esta película

La mayor parte de la película sucede dentro de los despachos del presidente, con todos los ministros discutiendo entre ellos y intentando coger protagonismo por encima del resto, es muy poco el metraje dedicado al propio monstruo o a alguna subtrama paralela de la película; igual que vimos en Shin Godzilla, dónde lo más importante era la reivindicación contra el sistema político actual y la burocracia. La diferencia con Shin Godzilla es que aquí, completamente al contrario de la otra, se trata todo con sentido del humor, y no con humor político o ese humor inteligente y difícil de pillar; aquí tenemos el humor más cafre y absurdo que saben darnos los japoneses, podríamos decir que es incluso infantil, basándose mucho en el humor físico, las sobreactuaciones, los chistes tontos, etc. Sí que llegaremos a captar la parte de reivindicación, pero porqué queremos, a alguien que no le importe, sólo verá una estúpida película de gente chillándose que, si estás acostumbrado a ese humor tan japonés, puedes entrar y reírte un rato, pero si no, quizás lo encontrarás demasiado estúpido y raro como ni siquiera para reírte.

Sin embargo y a pesar de todo lo tonta que puede llegar a ser la película, advertiremos en ella una subtrama con algo de romance y, sobre todo, una gran sorpresa final, quizás no inesperada, pero sí bastante molona.

Al final creo que es una película mucho más local de lo que nos puede parecer, con unos personajes tan marcados y tan caricaturescos, que estoy seguro de que son una representación de políticos japoneses reales; también con algunas secuencias y situaciones que incluso nosotros hemos pillado que emulan momentos que parecen míticos de la política japonesa, pero que los propios ciudadanos japonese deben estar hartos ya. Aunque nosotros la veamos como humor absurdo y algo idiota, seguro que se trata de una parodia política mucho más incisiva de lo que podamos pillar desde aquí.

En definitiva, una película no de kaijus sino de humor, ese humor absurdo y completamente slapstick que suelen hacer los japoneses, super exagerado para contrarrestar esas películas tan sobrias y pausadas, un humor que si no te gusta, te cansará mucho. Para el que quiera ver monstruos gigantes, que se olvide, no verá ni uno.

  • Lo mejor de la película:

Pues el final no está nada mal.

  • Lo peor de la película:

Nada que ver con el trailer.

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