Vamos ya con nuestro último día en el Festival de Sitges, un poco tristes porque esto ya se acaba, pero también aliviados por poder volver a la vida normal, dormir nuestras horas habituales, comer a las horas rutinarias y hacer ejercicio otra vez. Hemos disfrutado mucho este año, pero esto ya os lo contaremos en nuestros últimos pensamientos, ahora solo queremos hablaros de nuestra particular clausura asiática del festival.

 

Y solo para comentar el día anterior en el que casi no estuvimos en el festival por razones personales, y que fue el día de la famosa Zombie walk de Sitges; pues este año, después de la preparación durante todo el día, maquillajes, accesorios, etc. A la tarde se puso a llover cada vez con mayor intensidad hasta llegar a un punto, justo antes del pistoletazo de salida, en que estaba cayendo una gran tormenta sobre Sitges y la organización se vio obligada a cancelar el evento. Lo sentimos mucho por los pobres que tanto lo estaban esperando.

 

Y en cuanto a nuestro cine asiático, el sábado pudimos ver dos buenas películas que nos fueron perfectas para hacer una clausura de lujo. En primer lugar, por la tarde vimos Painted skin 2, la segunda parte de un wuxia protagonizado por Donnie Yen y que ya nos había encantado; pues esta parte no tiene nada en común con la anterior, tan solo el personaje demoníaco, y os podemos decir que vuelve a ser un wuxia, pero completamente romántico, con muy pocas escenas de lucha, pero con una historia preciosa y con una estética completamente fascinadora; no muy extrema, pero si agradecida de ver.

 

Y acabamos con la coreana The thieves, la película más taquillera en toda la historia de Corea del Sur, con la presentación de su director Choi Dong-hun, que se sintió muy agradecido por ver unas salas tan llenas en todas sus proyecciones; al principio nos parece una comedia bastante tonta con alguna actuación destacable, pero que no aporta nada nuevo al cine; sin embargo, en su segunda mitad empieza la acción en si, esta vez con todo el estilo típico de Hong Kong y atrayendo la atención de todo el cine que acabó saliendo bastante contento de la sesión.

 

Más tarde queríamos habernos quedado al pase gratuito de Robogeisha y a la maratón zombie, sobretodo por poder volver a ver al gran director nipón Noboru Iguchi, pero el cansancio pudo con nosotros y decidimos dar por finalizado el festival entonces.