Hoy venimos con la reseña de una película de Bollywood, pero que es algo alejada del concepto tradicional que tenemos de este tipo de cine. Bombay velvet es una historia de cine negro basada en la época de la ley seca en India y en la fundación de Mumbai como gran ciudad; en un principio la película no tuvo demasiada buena acogida ni en taquilla ni entre la crítica, nosotros no consideramos que sea una película mala, pero sí algo mediocre en algunos aspectos.

La historia empieza contándonos dos vidas separadas, por un lado la de unos niños que viven en la calle y se alían para sobrevivir como pueden, robando, pegándose, etc. y por otro lado la de una niña católica que canta muy bien y que se va con un representante que la tiene que hacer famosa, pero en vez de eso, abusa de ella hasta que se escapa. Nos trasladamos 20 años adelante, cuando nuestros protagonistas ya son unos jóvenes capaces de buscarse la vida; ellos van pasando por diferentes bandas y tienen distintos jefes haciendo todo tipo de trabaos sucios; nuestro protagonista conoce a la chica cantando en un club y se enamora inmediatamente de ella, pero la pierde por un tipo importante, es entonces cuando decide que él también llegará a ser un hombre importante y conseguirá a la chica de sus sueños. Un día encuentran a un nuevo jefe que es un tipo importante de verdad, muy metido en política y asuntos sucios; él los contrata para hacer un trabajo importante y a partir de entonces, les coge tanta confianza, que los convierte en sus manos derechas, dejándoles al cargo de un nuevo club exclusivo de hombres que resultas ser lo mejor de la ciudad. Allí el protagonista se dejará ver y conocer y se convertirá en una de las personas más conocidas de Mumbai, hasta que la chica vaya a cantar a su club y se caben enamorando los dos, pero no todo será lo que parece y habrá muchas partes implicadas en cualquier acción que se dé en el entorno del protagonista, por lo que deberá ir con mucho cuidado si quiere conservar lo que ha conseguido.

Cuando decimos que se trata de una película de cine negro, lo decimos en toda su definición más clásica, tanto es así que inspira el argumento en películas como Érase una vez en America, incluso toda su imagen y concepto lo sacan del cine de este tipo y época.

El problema de la película no es que tenga un mal guión, ni siquiera que éste sea copiado; tampoco es que sea mala o cutre, ya que se ha invertido un buen presupuesto en ella, como para que llegase a ser un blockbuster; ni siquiera son sus actores o su equipo de dirección, que creemos que lo hace bastante bien. El problema principal que vemos es su falta de identidad, copiando tanto el estilo americano de cine negro (sin problemas y referenciándolo para que se vea que es un homenaje y no una copia), que la película no tiene ni una pizca de identificación con Bollywood o con el público indio, por lo que no acaba de conseguir su objetivo de taquilla local, aunque quizás algo más el de tener un poco de visibilidad internacional. Y no sólo está copiando el argumento, sino que hay escenas totalmente iguales que las de algunos nuevos clásicos como Uno de los nuestros o Muerte entre las flores, copiando todo el estilismo y fotografía con lo que ni siquiera se pueden identificar los escenarios como de ciudad india, e incluso la música es jazz del más común, sin nada de aporte de Bollywood, con lo que a ellos les gusta adaptar.

Pero no todo es malo, ya que si no tenemos en cuenta estos rasgos de personalidad, contemplando la película sólo artísticamente, tiene una fotografía excelente, por supuesto gracias sobre todo a su gran presupuesto que ha permitido invertir en la creación de escenarios, vestuarios, etc. pero también con un gran juego de luces y sombras en los momentos más oscuros, todo muy limpio y cuidado, tanto que no parece que sea real. El ritmo es más que correcto, sin desfasar en ningún momento, pero precisamente por eso, sin grandes cambios de ritmo y sin aburrir en ningún momento, consigue una película muy estable y que pasa rápidamente en sus más de dos horas de duración. Y esto lo ha conseguido un gran director como Anurag Kashyap (Gangs of Wayssepur, Psycho Raman), que aquí ha estado condicionado por las exigencias de la productora, pero igualmente demuestra lo que vale como artista.

En definitiva, una película que tanto podría haber sido india, como de cualquier otro país, sin demasiada personalidad, pero no por eso falta de calidad; una historia clásica de mafias con una excelente fotografía y mucha importancia de la música (aunque sin números musicales a lo Bollywood).

• Lo mejor de la película:

Entretenida, oscura y algo comercial al mismo tiempo.

• Lo peor de la película:

Hubiéramos preferido algo más local al estilo de Gangs of Wayssepur.

https://www.youtube.com/watch?v=AmMIQZ1TAig