Crónicas del Festival de Sitges 2022 II

Festival Sitges 2022

Parece mentira, pero el Festival de Sitges está pasando muy rápidamente y ya casi estamos en el ecuador de la semana; nosotros no vamos tan rápidos con nuestras crónicas como lo rápido que pasan los días, pero hacemos lo que podemos.

Recordad que, para las películas asiáticas, más adelante haremos unas reseñas como Dios manda, como siempre; o al menos para las que hayamos visto que sean extremas, no todas las del festival.

Y empezamos hoy con la crónica del tercer y cuarto días de festival:

  • A man of reason: Nuestra primera película coreana del festival, y la verdad es que tampoco es que haya sido una gran cosa. Sí que tiene una muy buena factura, todo con un estilo bien, bien dirigida, unos actores correctos, sus pequeñas dosis de acción y de violencia… Pero al final, analizándola a nivel completo, no es más ni diferente que muchas otras películas coreanas que ya hemos visto, siguiendo el mismo esquema y estilo, nada nuevo.
  • Faceless: Como cada año últimamente, Sitges nos hace algunas propuestas de clásicos bizarros, y entre ellos no puede faltar alguna película de Jesús Franco; en esta ocasión, una película hecha en Francia, con unos actores decentes y en general bastante menos cutre de lo esperado, un pelín más comercial (aunque tampoco es para toda la familia) y manteniendo esas bizarradas que lo hacen único.

Kappei
Kappei
  • Tropique: Esperando ver una película de ciencia ficción (con aires dramáticos), nos encontramos precisamente con lo contrario, todo un dramón a niveles enormes, con u mínimo de ciencia ficción (pero muy mínimo, lo justo para intentar que no parezca una más con el mismo argumento repetido mil veces). La verdad es que estas sesiones nos enseñan a no confiar nunca más en las sinopsis de la web del festival (pero seguro que volveremos a caer…).
  • The Price we pay: La primera película de la “Japan madness” de este año, aunque ya no es lo que era… Otra incursión de Ryuhei Kitamura en el cine de Hollywood que acaba siendo una película más de ladrones que se esconden en una granja con algunos secretos que harán que nada sea tan fácil como parecía. Una buena dosis de muertes y sangre, pero al final otra de esas películas de las que ya se han hecho muchas parecidas y que no aportan nada.
  • The mole song: Finale: Venimos a ver la película de este año de Miike sin recordar mucho las dos primeras, pero por suerte tenemos un extenso resumen al principio, y no sólo eso, durante toda la película hay referencias a las anteriores y algunos chistes casi idénticos. Al igual que sus predecesoras, tiene un inicio muy loco y llenísimo de humor que nos atrapa sin remedio, pero entre que el humor se va relajando y va perdiendo esa locura que la caracteriza, y que quizás se alarga más de lo normal, se nos ha hecho muy para arriba, o quizás son las horas y condiciones en la que la vemos…
  • Kappei: Otro live action, en este caso no de Takashi Miike pero sí de uno de sus colaboradores habituales, así que nos hemos encontrado con un estilo muy similar. Es una pena que estuviera la última de la maratón, porque fue la más divertida de todas, muy típica de live action de esos locos con actuaciones super sobreactuadas y esos personajes ultra ridículos. Quizás también se nos hizo un poco larga por repetirse un poco varias veces con el mismo esquema, pero en general divertidísima.
  • Irati: Ya pudimos disfrutar de Paul Urkijo cuando vino a Sitges a presentar Errementari, y nos encantó, tanto la película como él. Este año nos trae su nueva propuesta, mucho más trabajada y con un estilo muy definido. Una historia épica de amor en la Euskadi medieval, llena de fantasía y de momentos grandiosos. Quizás también nos ha podio recordar a otras películas, pero esta hecha con un estilo tan personal que se llevó toda nuestra admiración y la de todo el público que no dejó de aplaudir hasta que terminaron los créditos. De momento, lo mejor del festival!
Irati
Irati

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