Este año en el Festival de Cine de Sitges se han reactivado un poco los thrillers coreanos, no es que últimamente nos encante este género, pero históricamente ha sido algo a tener en cuenta y nunca se sabe cuándo podemos tener alguna sorpresa. Una de las películas presentadas ha sido Hunt, un thriller político que, al menos, viene precedido por una gran publicidad. No nos gusta demasiado este subgénero, pero en esta ocasión venía recomendado por estar dirigida y protagonizada por Lee Jung-jae, que todos conoceréis como protagonista de la serie El juego del calamar.

La película tiene una trama de espionaje, la CIA koreana está investigando cómo los norcoreanos pueden obtener información de Corea de Sur y adelantarse a ellos en muchas operaciones. Descubren que hay un infiltrado en sus filas que les manda toda la información, pero no saben quién es; después de algún intento de contactar con agentes norcoreanos que quieren la extradición a Corea del Sur a cambio de información (todos los intentos fallidos), no les queda más remedio que ponerse a investigar de manera dura, y el jefe manda a dos de las facciones de agente a investigarse una a la otra, empleando todos los medios disponibles (los más comunes, los interrogatorios con violencia). Así, cada uno desconfía del otro y los jefes se van atacando sin parar, hasta que se descubre quien es el topo y el plan final: matar al presidente de Corea del Sur y empezar una guerra para conquistarla.

Por supuesto, si tuviéramos que contar bien la trama, hay mucha más gente implicada, muchas investigaciones, etc. os lo hemos intentado resumir lo más posible para no contaros toda la película.

Como os comentábamos, no somos nada admiradores de cualquier película que se base en política (aunque hemos visto alguna que nos ha convencido, como The spy gone north), así que, si veis que hablamos mal de ella, seguramente nos será tanto como la pintemos, que vamos con prejuicios de entrada.

De todas formas, lo que sí os podemos decir es que se trata de una gran producción de esas que los coreanos hacen tan bien; con mucho dinero invertido y un buen equipo técnico para asegurar una buena taquilla y que llegue a ser espectacular. Incluso así, hay muchas veces que no acaban de llegarnos (como ésta) ya sea por no saber narrar la historia con suficiente interés, ser un poco más de lo mismo de otras películas coreanas que ya hemos visto, o por no saber jugar bien con los ritmos.

En esta ocasión, como mínimo se han incluido buenas escenas de acción, tanto automovilísticas, como de tiroteos, y eso anima la película un poco (estas cosas que tan bien saben hacer en Corea). La verdad es que estas escenas están realmente bien preparadas, realizadas y montadas, nada que objetar a ellas, incluso entran en la trama justo cuando son necesarias por llevar la película mucho tiempo de cháchara y necesitar algo de movimiento, así que creemos que son el mayor acierto de la película, pero ya sabéis que esto es Katanas y Colegialas, y que precisamente son estos momentos lo que buscamos. De todos modos, el poner un poco de acción, para nosotros no es suficiente como para arreglar una película que, en general, no nos parece demasiado interesante, mucho más cuando se trata de una acción comedida, sin nada que destacar.

Para los interesados tanto en política, como en historia de Corea, como en tramas de espionaje (no demasiado complicadas), ésta puede ser una muy buena película; seguramente en Corea ha triunfado mucho por, además de la trama principal, tocar algunos temas locales más peliagudos (como la xenofobia, los sufrimientos de la población de la calle por conflictos políticos, los malos tratos por parte del gobierno, etc.). Incluso tiene un par de giros de guion al final que no son nada desdeñables.

Y como carta de presentación de Lee Jung-jae como director no está nada mal, para ser una ópera prima, a nivel de dirección es un gran acierto, seguro que se vuelve a confiar en él para otros grandes proyectos.

En definitiva, y sólo como opinión personal nuestra, os diremos que es una película de gran calidad, con algunos buenos momentos y seguramente con gran interés para muchas personas, pero realmente no ha conseguido captar nuestra atención, se quedará como otro thriller coreano más a olvidar.

• Lo mejor de la película:

Una gran escena de acción final.

• Lo peor de la película:

Una narración que no despierta el interés, aunque el tema tenga mucha chicha.