Hoy os traemos una película que quizás no correspondería en una época en la que os estamos hablando sólo de novedades, pero que tiene bastante relación, ya que hace poco vimos Detectives vs. Sleuths en el Festival de Cinema de Sitges y, aunque algunos no lo sabían, ésta era la secuela de un nuevo clásico de Johnnie To llamado Mad detective. La película es todo un thriller de Hong Kong, lo que, viniendo de un director como Johnnie To, puede significar muchas cosas; en este caso, y aunque tiene una gran parte de acción, tira mucho más por el lado psicológico de la situación que por la acción o por la típica película policial. Si hay algo de que no tenemos ninguna duda, es de que se trata de todo un peliculón y completamente original y creo que sin ningún referente que podamos decir que fue su precursora.

El protagonista es un policía que asegura que puede sentir en su propia piel lo que sintieron los muertos antes de morir y que incluso puede ver las personalidades ocultas de las personas; cosa que le ayuda mucho en su trabajo resolviendo crímenes que ninguno de sus colegas puede resolver. Todos lo toman por loco, incluso en el día de su retirada del cuerpo es capaz de ofrecer su propia oreja a su jefe en señal de obediencia. Una vez retirado, un joven policía nuevo tiene un caso de un asesino en serie relacionado con un policía desaparecido y su arma, pero no sabe por dónde cogerlo, así que acudirá a nuestro protagonista, al que una vez vio resolviendo un caso con sus aptitudes; pero para eso deberá tratar con él, un personaje de difícil sociabilización, ahora encerrado en sí mismo y en sus problemas y que no suele atender a nadie (mucho menos a antiguos compañeros). Entre los dos descubrirán al asesino y le seguirán para obtener pruebas, pero el joven policía descubrirá también muchas más cosas de su nuevo compañero.

Con un inicio que nos pone en contexto con una pequeña escena en la que ya podemos ver que no nos encontramos delante de una película convencional, con unas ideas un poco idas de madre, pero con mucho potencial por delante, con una película en la que sabemos que nos podremos encontrar con cualquier cosa.

En una primera parte bastante corta en la que podemos ver lo que sucedió en el caso del policía desaparecido, nos sirve tan sólo para tener una referencia, no aportará mucho más a la película, sino que el grueso de la historia ni siquiera se basará en la investigación; mayoritariamente nos encontramos delante de una película más bien introspectiva, en la que podemos contemplar la locura de un hombre en todo su esplendor, a veces ni nosotros mismos somos capaces de diferenciar lo que es realidad de su imaginación, y lo más grande de todo es que acabaremos la película sin saber si el pobre está loco debido a todo lo que ve y a lo que está expuesto, o simplemente ve todo eso debido a su locura, un buen ejercicio sobre algunas personalidades al límite.

Para acabar, nos volveremos a enfrentar a un thriller de acción bastante clásico made in Hong Kong, cuando la investigación ya nos haya revelado todo lo que debía y ya sólo quede el inevitable enfrentamiento entre todos los personajes implicados.

Además de una historia original y difícil de repetir, el director Johnnie To (Election, Drug war) nos obsequia con una dirección excelente, una fotografía basada en la oscuridad y la tristeza de Hong Kong en un día gris, en una película entera en la que no podemos ver el sol, como su protagonista no puede ver la claridad de la realidad, y una música melancólica pero pegadiza, además de algunas escenas que nos dejan con la boca abierta. Sus dos protagonistas ayudan mucho a entrar dentro de la historia y en la mente del loco Sean Lau (Full alert, The bullet vanishes), siempre bien y de su compañero Andy On (Viral factor, That demon within), incluso de todas las personalidades del villano de la película.

En definitiva, quizás no es de las mejores películas que hemos visto de su director, pero porque estamos hablando de un nivel muy alto ya; pero se trata de un gran ejercicio conceptual y visual que nos hace adentrarnos en algunas personalidades retorcidas y vivir una historia completamente original.

• Lo mejor de la película:

Unos actores de alta calidad para todos y cada uno de los papeles.

• Lo peor de la película:

Quizás a alguno se le haga aburrida, pero ya os hemos avisado que es más reflexiva que de acción.