Aunque llegamos un poco tarde, hoy vamos a hablaros de una película asiática que vimos en el Festival de Cinema de Sitges y que dio bastante que hablar (sólo por cosas buenas, a todo el mundo le gustó). Se trata de The furious, una película de artes marciales realizada en Hong Kong, pero con una dirección japonesa y un reparto de diferentes zonas del este asiático. Mucho se ha dicho de ella, muchos dicen que es la película de acción del año, pero creemos que sólo es para crear titulares, la película está muy bien, pero tampoco es algo que no hayamos visto nunca o que sea super impresionante.

El argumento parte de una mafia de trata de blancas, que secuestran niñas en la calle para venderlas a ricachones; en uno de los secuestros, cogen una niña de un barrio pobre, sin muchos recursos ni conexiones, incluso con un parde que es mudo y al que le cuesta encontrar trabajo, por lo que están en una situación de pobreza importante. Sin embargo, el padre es un experto en artes marciales y, aunque les da una paliza a los secuestradores, acaba perdiendo el rastro y a su hija. Pero encuentra una pista y sigue a los mafiosos hasta su guarida, dónde empieza a enfrentarse a todo el mundo y a dar mil palizas a todos los malos; allí se cruza con otro hombre, que también está buscando a su mujer, una periodista que estudiaba el caso y desapareció; al principio se creen enemigos, más con la falta de comunicación, pero acaban descubriendo que tienen el mismo objetivo y unen sus esfuerzos en contra de la mafia. Después de investigar mucho, enfrentarse con algún peligro y con mucho ¡s malos, cada vez más fuertes que la anterior, acabarán descubriendo dónde encuentran a las niñas e intentarán salvarlas cómo sea.
Nada más empezar, la película nos da una buena declaración de intenciones, con una primera escena que nos contará m el argumento por encima en un momento, nos introducirá en el mundo de las artes marciales e incluso empezará con dos estrellas invitadas, dos cameos que harán emocionarse a los fans del género más actual: Jeeja Yanin y Yayan Ruhian. Después de esa escena sólo introductoria, se empieza a liar con el tema de los secuestros y las mafias, y nos hace creer que no estamos delante de una pura cinta de acción, sino delante de un thriller crudo y violento, en este caso, la película no dejará en ningún momento de recordarnos su auténtico propósito de hacernos ver una realidad de algunos países y lo que puede afectar a la población de clase baja; pero enseguida vuelve a cambiar de tornas i se convierte en una pura película de artes marciales, con una primera escena impresionante (y siempre sin dejar de tener en cuenta la crudeza de su parte de thriller).

En cuanto a la parte de acción, la película está dirigida por Kenji Tanigaki, quien ha trabajado anteriormente como director de acción en algunas de las películas actuales de acción más importantes de Japón y Hong Kong, con lo que, a parte de tener una grandísima experiencia con las escenas de artes marciales, ha trabajado con algunos grandes directores de los que ha aprendido mucho. Incluso así, cuando vemos las peleas de esta película, no nos recuerdan ni al estilo de Hong Kong ni al estilo japonés, sino que nos han parecido más similares al estilo indonesio, sin golpes brutales o grandes demostraciones de fuerza, sino más bien con unas coreografías super estudiadas (aunque de tan estudiadas y ejecutadas a la perfección milimétricamente que se ven algo falsas) y más basada en llaves, movimientos de presa, etc. que en puras patadas y golpes de puño.
Incluso así ha quedado una película espectacular, con un ritmo de película de artes marciales de las que no tienen ni un momento de descanso y unas peleas que intentan ser únicas y especiales, para nosotros destacó mucho la pelea final con cuatro oponentes que se van cambiando de contrincante a cada golpe, quizás quedó un poco forzada, pero nunca habíamos visto nada igual. Hay algunos que se han quejado del abuso de los CGI para lograr efectos espectaculares (cosa que con grandes artistas como Donnie Yen, etc. no suele pasar), pero al final es una película de fantasía, nosotros ni nos hemos querido fijar en eso, tan sólo disfrutar del momento.
En definitiva, es una película bastante impresionante, con unas peleas espectaculares y un ritmazo, con algunos movimientos nuevos y que intenta ser todo lo original que puede; incluso con un buen argumento (muy de thriller chungo), pero creo que dentro de unos años no será recordada como uno de los clásicos de las artes marciales, como pretende su director, simplemente le falta diferenciarse más, buscar algo que la haga única.
- Lo mejor de la película:
Algunas de las peleas nos han dejado con la boca abierta (empezando por la primera de todas)
- Lo peor de la película:
No haber aprovechado a Jeeja Yanin.





