En el reciente Festival de Cinema de Sitges, hemos podido ver (y nos hemos enterado de que existía, porque ni habíamos oído hablar de ella) la última película de Soi Cheang, que ahora se ve que está en lo más alto después de triunfar como nadie con su anterior trabajo Limbo, con el que no solo cautivó a la audiencia de Sitges, sino de medio mundo. Su nuevo trabajo es Mad fate, un thriller completamente honkongués que nos ha parecido un reboot del clásico de Johnnie To, Mad detective (no sabemos qué relación oficial tienen); pero no sin fundamento ya que está producida por Milkyway (el mismo Johnnie To), como dando su aprobación.
El protagonista es un maestro taoísta que se dedica a ver el futuro de la gente y arreglarlo. En un momento fortuito, con el asesinato de una prostituta del barrio conocida por todos y a la cual había ayudado en otras ocasiones, su destino se cruza con el de otras tres personas en un mismo día: un repartidor de comida a domicilio con tendencias criminales que está allí por casualidad, pero que no se quedará indiferente ante la escena; el auténtico asesino, un psicópata que mata prostitutas en días de tormenta y con métodos ultra violentos; y el policía del barrio, buscando al asesino, sospechando de todo el mundo y sin caer bien a nadie. Todos se entremezclarán intentando ayudarse o culparse unos a otros, pero nuestro protagonista acabará obsesionado con descubrir al asesino y ayudar al repartidor, motivado por fenómenos paranormales o por sus propias visiones; tanto es así que acabará cediendo su mente a la locura y llevando el asunto hasta unos límites insospechados e incluso sobrenaturales.
Los parecidos con el clásico Mad detective son múltiples, desde el protagonista con visiones sobrenaturales, que acaba volviéndose loco (en el original siendo policía y en ésta ayudando en una investigación), incluso con algunos momentos completamente idénticos (esa música pegadiza en el omento clave, o esos vendajes en la cabeza y en la mano), y sobre todo el significado de la película: ese personaje que no acabamos de saber si acaba loco por todo lo que ve o ve lo que ve porque está loco, y que ni él mismo lo sabe, dejando así una película a discreción del espectador.
Ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en casos como éste es imposible evitarlas, y la verdad es que la película no llega a estar a la altura de Mad detective, ni a nivel de dirección, ni a nivel de historia; pero también es muy difícil hacer cualquier cosa al mismo nivel que Johnnie To. Tampoco el protagonista llega al nivel de Lau Chin Wang, que es uno de los más grandes actores de Hong Kong de la actualidad, y eso se nota en cualquier película; por supuesto, no puede hacer un personaje tan complejo ni con tantas taras metales que el original.
La historia es bastante completa, con diferentes personajes protagonistas, tramas que se cruzan para llegar a un mismo destino, historias sobrenaturales metidas en medio, personajes perseguidos por su propio cerebro, toda la ambientación de las calles de Hong Kong… muy completo todo y de ningún modo usando una narración lineal, sino alterando cualquier convencionalismo del cine para reflejar mejor la idea de locura de su director; a nivel argumental también, con sus momentos de humor, otros de drama, otros de tensión… todo mezclado en un thriller original y muy poco común.
Tampoco podemos dejar de fijarnos en su ambientación, no sólo recurre a las ambientaciones clásicas de los thrillers de Hong Kong, usando realismo en sus calles, personajes, sitios cerrados, etc. también tenemos esas escenas de fuertes tormentas en las que todo se vuelve incluso mucho más oscuro que el resto, esas músicas que ayudan a crear una ciudad barriobajera, etc. y ese ritmo rápido durante toda la película que lleva al protagonista en una situación de estrés continuo y que te hace viajar con él de un lado al otro sin saber muy bien cuál es el destino final.
Todo esto orquestrado por un director que ha tenido sus altos y bajos, como es Soi Cheng (Limbo, Love battlefield) pero que se ve que últimamente intenta coger proyectos de relevancia para acabar su carrera como un bien director. Y con unos actores bastante potentes, encabezados por Gordon Lam (Limbo, Hand rolled cigarrette).
En definitiva, nos encontramos delante de una bastante buena película, recordando mucho a los thrillers de Hong Kong de los ’90, pero con una personalidad propia muy marcada. El problema es ver que se trata de un remake de Mad detective y querer compararlas, cuando es muy difícil igualar a Johnnie To.
- Lo mejor de la película:
Original y con un estilo de dirección poco convencional.
- Lo peor de la película:
No se pueden evitar las comparaciones con Mad detective.