Quizás fue la película que más nos sorprendió en el pasado Festival de Cinema de Sitges, quizás porque no teníamos ninguna información sobre ella ni ninguna expectativa puesta en esta pequeña producción japonesa per, siendo la última película que vimos en el festival, la verdad es que nos dejó bastante satisfechos, no porque fuera un peliculón, sino por que la disfrutamos bastante, sin más. La película se llama Mad cats y es una propuesta muy original y llena de acción, con una idea y presupuestos sencillos (quizás una de esas basadas en un corto que triunfó, quién sabe), pero que hará disfrutar a los que se diviertan con este tipo de películas japonesas.

La historia empieza con un joven que está buscando a su hermano, un científico que fue a investigar en algún lugar remoto del mundo; pero en su búsqueda, mucho antes que las pistas que le podrán llevar al paradero de su hermano, se encuentra con algunas chicas que intentan atacarlo y matarlo. Por suerte, también conocerá a otra chica que le protegerá, o al menos luchará contra sus agresoras, aunque al principio no sepa quién es y sus intenciones no sean nada claras, ni siquiera hable con él, pero al menos será una buena aliada. Juntos descubrirán que su hermano se fue al Amazonas a investigar una planta, que resultó ser una hierba gatera muy especial, que mejoraba las características de los gatos y los iba evolucionando hasta tal punto de hacerlos mutar e incluso transformarlos en casi personas; así que es fácil deducir que todos estos ataques son de gatos evolucionados que probaron esta hierba y que también buscan a su hermano para conseguir más y seguir evolucionando. Entre los dos protagonistas deberán enfrentarse a esta amenaza que cada vez será más dura y organizada y descubrir quien hay detrás de ella.

Se trata de la típica película japonesa que no sabes por dónde saldrá, basada principalmente en ofrecer algo de acción, pero mezclando otros géneros, con algo de road movie, llena de chicas sexys y con ese humor tan típico japonés que quizás muchos no acaben de apreciar fuera del país nipón (para nosotros mucho más divertido que la mayoría del humor anticuado que se hace en España, por ejemplo). Así que tenemos una película divertida, entretenida, con un buen ritmo, de corta duración, con una historia que nos atrapará por su originalidad (sobre todo a los amantes de los gatos) y con todo lo necesario para hacernos pasar un buen rato, aunque quizás acabe siendo una de esas que se olviden al poco tiempo.

Con una acción mucho más que decente, tenemos escenas de artes marciales y de tiroteos; quizás las de tiroteos se vean un poco falsas, tanto por los efectos especiales, como por la poca dedicación; pero las de artes marciales son mucho más que correctas, siempre al estilo japonés de enseñar algo espectacular y con buen estilo, más que de ser fiel a la lucha realista (como sucede en Hong Kong, por ejemplo), pero no sólo con unas buenas coreografías y una buena dirección de acción, sino también con unas chicas que saben lo que hacen, no como en esas películas que se eligen chicas guapas, sean como sean, muchas veces venidas del cine erótico para que enseñen algo de carne, pero que no saben hacer mucho más; aquí se nota que las chicas, además de guapas, han sido bien entrenadas,  no como luchadoras expertas, pero sí para realizar correctamente estas escenas.

También tenemos un ritmo muy bueno, que no descansa ni un momento; acordándonos de este tipo de películas japonesas de inicios de siglo, siempre teníamos un inicio tremendo para engancharnos y un final bastante bueno, pero a la parte central solía haber un bajón de ritmo que nos dejaba un poco flojos; en esta ocasión, el buen ritmo se mantiene en toda la película, con un crecimiento en la escena final, como es debido.

Y en cuanto al humor, que os diremos que no sepáis ya, algunas bromas muy simples e infantiles, mucho más aquí que se supone que tratamos con gatos, otras más físicas… un poco tonto y sin ser nada del otro mundo, algo que no nos hace pensar en una película cómica, pero sí que nos arranca unas sonrisas en muchos momentos.

En definitiva, que nos encontramos delante de una película que puede parecer simple y pequeña, pero es uno de esos buenos descubrimientos que podéis hacer este año; no para ver un peliculón, pero sí para aseguraros un buen rato, con sus buenas japonesas, su acción y sobre todo su original historia.

• Lo mejor de la película:

Muy fresca, original y divertida en conjunto.

• Lo peor de la película:

Tampoco es nada que vaya a trascender o imprescindible de ver.