En el pasado Festival Nits de Cinema Oriental pudimos ver One second champion, una película de Hong Kong que creíamos el típico drama de superación deportivo, y en esencia lo es, pero tiene algunos elementos que lo diferencian de otras películas que puedan parecer iguales, además de tener una buena acción y al estar basado en el boxeo, unas buenas luchas, también tiene un pequeño componente de ciencia ficción que ahora mismo veremos.
El protagonista, al nacer estuvo muerto un segundo, pero acabó despertando y desde entonces es capaz de ver lo que sucede un segundo en el futuro, cose que de pequeño le sirvió para ser un niño prodigio, asistir a programas de televisión y hacer que el público lo adorará durante un tiempo. Pero de mayor ya no tiene tanta gracia o tanta utilidad y ahora tiene una vida en total decadencia, trabajando en un bar y metiéndose en líos cada dos por tres, además de tener que cuidar a un hijo pequeño sin la presencia de su madre. Todo cambia cuando un boxeador retirado (por razone de salud, pero es un chico joven) lo presencia peleándose y anticipando los movimientos de sus adversarios y le propone que le haga de sparring para entrenarse y volver a entrar en la liga, hasta llegar a enfrentarse contra el campeón actual. Él al principio acepta por el dinero, pero a la hora de la verdad, el boxeador no consigue aguantar en el ring y es nuestro protagonista quien toma el relevo, ganando algunas peleas con su habilidad, convirtiéndose en un ídolo para su hijo e incluso congeniando con una chica. Todo bien hasta que al final la envidia hará que sus enemigos vayan a por él y de una paliza le roben la habilidad, con lo que tendrá que hacer la lucha final contra el campeón por sus propios medios.
Aunque la película tenga este pequeño componente de ciencia ficción, esto no se acaba de desarrollar y se queda como una anécdota para hacer el guion un poco más interesante, pero a parte del inicio de la historia, no sirve para mucho más, ya que todo el resto es sobre todo una historia de superación personal en la que ni siquiera el boxeo importa, todo lo importante son las relaciones que tiene con el resto de la gente que conoce o va conociendo.
A parte de la esencia dramática que pueda tener, la película es bastante entretenida, tanto por ir metiendo escenas de pelea (por algo está ambientada en el mundo del boxeo), como por tener unos personajes bastante simpáticos todos ellos, es imposible no sentirse identificado con alguno de los perdedores de la película, porque en realidad todos lo son, aunque más o menos acaben bien y consiguiendo lo que quieren, empiezan siendo unos fracasados en sus vidas.
Las escenas de acción son muy potentes, se nota aquí la mano de algún coreógrafo de Hong Kong acostumbrado a las películas de acción, si realmente fuera una película de acción sobre boxeadores, el rodaje de las escenas de pelea no habría sido mejor. Y la parte dramática tampoco es muy intensa, a parte de algunos momentos con el hijo y la vida familiar de la que tiene que preocuparse y que quizás sobran bastante o nos han aburrido un poco, pero que son pocos momentos y cortos; así que la película no se hace lenta, ni pesada, ni siquiera intensa, es algo más bien cómodo de ver y que no te hace pensar demasiado.
Eso sí, al ser una historia de boxeo, se nos hace imposible no darnos cuenta de todas las cosas que tiene en común con los clásicos del género como Rocky, pero aceptamos que es imposible no tener estas referencias y no reflejarlas en tu trabajo y que es muy difícil innovar en un subgénero tan concreto como este; podemos decir que son influencias básicas y no una simple copia.
Dirigida por Liu Sin-Hang (Vampire cleanup department), vemos que la dirección de la película en sí no es lo mejor que tiene, si no fuera por haber encontrado una historia con un mínimo de originalidad y por tener unas buenas escenas de acción, caería rápidamente en el olvido.
En definitiva, tenemos aquí una película muy correcta y entretenida, pero no mucho más que eso, ya hemos visto antes otras películas parecidas tanto en estilo, como en historia y ésta tampoco tiene nada especial que la haga destacar por encima de las demás. Igualmente se deja ver perfectamente, no deja espacio al aburrimiento.
- Lo mejor de la película:
Unas muy buenas peleas.
- Lo peor de la película:
No consigue destacar en nada.