Hoy os traemos la reseña de la película que hizo de clausura en el pasado Festival Nits de Cinema Oriental, y ya sabemos por experiencia que, aunque las clausuras no entren dentro de las votaciones para los premios del festival, siempre suelen ser unos peliculones de cuidado. Pues bien, este año cerramos con The eight hundred, una película bélica china que venía con muy buenas referencias, al menos de ser una gran película en la que se ha invertido un buen presupuesto y se han hecho las cosas a lo grande, es decir, no una película china más, como los miles que se están haciendo últimamente. Incluso se dice (no sabemos si es cierto o no) que es la primera película China filmada completamente en IMAX, para verla especialmente espectacular en esos cines.

La historia se sitúa justo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, con un grupo de soldados chinos (la mayoría de ellos más bien milicianos), que después de huir ante la invasión japonesa, consiguen atrincherarse en un gran almacén abandonado; pues resulta que este almacén es el último edificio que queda impune después de hacer retroceder al ejército chino de Shangai i Beijing, y justo antes de la zona civil desmilitarizada, separada del almacén tan sólo por un simple río.  Aunque los que quedan allí son apenas unos 400 soldados casi sin armas (nada de 800…), pero el general les dice que deben resistir el ataque para levantar los ánimos de su país. Los 400 hombres aguantan como pueden todos los ataques de los japoneses, incluso se resisten a sus propios impulsos de cruzar el río y ponerse a salvo, pero no será fácil resistirse con las condiciones inhumanas de comida, agua, etc. y los ánimos cada vez más bajos, sólo su patriotismo podrá convertirlos en mártires o héroes.

Se trata de una película bélica de esas serias y muy crudas, de esas en las que es muy fácil apreciar los sentimientos humanos cuando la gente está al límite de sus posibilidades; por supuesto también hay muy buenas escenas de acción bélica, de ataques, estrategias, etc. ya que la película es muy larga y hay tiempo para todo, pero nos daremos cuenta de que eso no es lo más importante, sino ver el instinto de supervivencia humano, el patriotismo chino y las relaciones entre personas en momentos difíciles.

Como ya hemos comentado se trata de una superproducción, sin ningún reparo en gastar lo que sea necesario para que todo sea espectacular, sin embargo no esperéis grandes efectos especiales ni artificios, todo está pensado para ser lo más realista posible; incluso está completamente filmada en muy pocos colores, casi en blanco y negro debido a la luz que debería haber, a que muchas escenas son de noche  a la tristeza que el director quiere que se respire en todo momento, los únicos momentos con un color vivo son los del otro lado del río, dónde los civiles contemplan todo el espectáculo sin ser capaces de ayudar, pero a salvo de todo protegidos por las Naciones Unidas.

La película es muy cruel y devastadora, mostrando unas escenas bastante duras y sangrientas en muchas ocasiones, y en otras enseñando todo lo mal que puede estar una persona psicológicamente hablando, pero también es puro espectáculo, sin dejar descansar la vista ni un segundo, en realidad con un ritmo algo lento (excepto en las escenas de acción), pero sin muchos altibajos, lo que hace que se aprecie bien cada detalle, ya que al final, los pequeños detalles son lo más importante, ya que la película tampoco cuenta ninguna historia concreta ni se centra en un solo personaje o un grupo reducido de ellos, sólo es un momento específico de la guerra que fue muy importante para sus protagonistas y para casi todo el pueblo Chino y aquí no hay personajes, sino que hay un grupo de hombres unidos por su patriotismo o su sentido del deber.

El director de la cinta es Guan Hu (Cow, Mr. Six) que vemos que va mejorando cada vez más con cada película que hace, la industria también lo ve (no sólo en la taquilla) y cada vez confía más en él con proyectos más ambiciosos, a ver cual será el próximo después del éxito que está teniendo con ésta.

En definitiva, una película no sólo espectacular, también bastante realista (dentro de lo que cabe), muy emotiva y que nos muestra las emociones humanas en los momentos más extremos, como muchas otras películas bélicas bien hechas. Sin duda una de las mejores películas chinas del año.

• Lo mejor de la película:

Algunos momentos íntimos de personajes que nos ponen la piel de gallina.

• Lo peor de la película:

Pues poca cosa, quizás algún detalle, pero es una película bastante redonda.