Scissordick, un intento de cine extremo introspectivo

Scissordick

Hoy tenemos para vosotros la reseña de otra de esas películas de Serie B japonesas tan malas que a veces es mejor no verlas (para algunos, a nosotros nos encanta ver lo que sea). Se llama Scissordick y es una de las últimas películas de un director ya conocido por nosotros. No se trata de la típica película cutre y sin sentido, ni siquiera es la típica que da algo de guión insustancial para enseñar algo de sexo, sino que aquí se intenta buscar algo más y dar un mensaje al espectador, aunque quizás sin mucho acierto.

Scissordick
Luchas a katana

La película en un principio es algo confusa, va cogiendo forma una vez ya estamos bastante avanzados, pero os intentaremos hacer un resumen cronológico de lo que se ve. El protagonista es un chico considerado no muy guapo, pero con estudios y una carrera profesional exitosa; le agobia mucho tener que pensar en las mujeres, ya que ellas no le hacen ni caso, sólo lo utilizan para sacarle dinero; al final un día decide que quiere casarse y va a uno de esos sitios de citas dónde cada uno busca lo que busca, allí conoce a dos chicas, una representa su destino, pero la deja correr por indeciso, la otra es muy atrevida y de seguida le propone matrimonio. Pero ese matrimonio no será lo que él espera, ya que ella pasa completamente y sólo quiere su dinero, pero cuando al final la pilla engañándole, la mata, la descuartiza y esconde las partes en el bosque, con la mala suerte de que el espíritu de la chica es poderoso y se vuelve a levantar para infundirle la maldición de tener tres katanas en vez de miembro viril (de ahí el nombre de la película). A partir de allí el chico se exiliará de la sociedad intentando difundir la palabra del amor verdadero.

Scissordick
Un poco de gore

Al contaros el argumento todo parece muy simple y descarado, pero no es así, la película es mucho más liada de lo que pueda parecer; en primer lugar no se trata de una narración lineal, sino que está completamente entrecortada y los trozos expuestos de forma aleatoria, jugando con meternos escenas que no sabemos de qué van antes de que sean explicadas, hacer confundir entre el mundo onírico y el real, etc. con lo que no nos enteramos del juego completo hasta casi acabar la película.

Además tiene otro aspecto muy típico de Naoyuki Tomomatsu (Rape zombie, Stacy) y es que, además de ser experto en mezclar terror, gore, humor, sexo… en una misma y aberrante cinta de ese cine cutre que está definiendo la serie Z japonesa actual; en las últimas obras suyas que hemos visto, se esfuerza por inculcarnos su punto de vista sobre la sexualidad en Japón, intentando justificar el papel masculino en los tocamientos a mujeres, los mirones, pervertidos, etc. intentando victimizarlos y culpando a las mujeres y a la sociedad en general; un punto de vista muy machista, pero que podríamos llegar a entender tal y como lo explica de forma racional y centrándose en los efectos negativos que puede llegar a tener en la sociedad y la represión en Japón; el único problema es que todas esas justificaciones las hace narrándolas con una voz en off mientras va pasando imágenes confusas, lo que corta la película completamente.

Scissordick
Y bien de sexo

A parte de eso y a pesar de la portada, no penséis que es una típica película pinku; en realidad tiene sexo pero de forma muy casual; tampoco tiene demasiado gore (exceptuando alguna escenita desfasada porque sí), ni escenas de acción con las que flipar (alguna batlla divertida, pero no espectacular). Así que al final se nos queda como una película con un poco de todo lo que nos gusta, pero cada cosa en porciones muy pequeñas y sin un envoltorio general de esos bizarros y espectaculares de alguna manera; aquí la máxima preocupación del director es hacernos ver que es capaz de algo más que de hacer las típicas películas cutres llenas de acción y sexo y que tiene unos puntos de vista muy peculiares que le gustaría inculcar (al menos a los 4 frikis que ven sus películas) y que va repitiendo siempre que tiene ocasión.

En definitiva, no esperéis una de esas películas extremas a las que nos tenía acostumbrados Tomomatsu, en ésta el director nos intenta demostrar que puede hacer algo más complicado, pero con los mismos presupuestos de siempre; creemos que le ha quedado un poco grande.

  • Lo mejor de la película:

Sigue teniendo algunos elementos extremos que nos han encantado.

  • Lo peor de la película:

No era necesario complicar tanto la cosa.

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