The odd family: Zombie on sale, vuelven los zombies coreanos

The odd family

Hoy tenemos para todos vosotros la reseña de otra película coreana de zombies, aunque bastante alejada del concepto que nos habíamos hecho con obras como Train to Busan. La que nos ocupa es The odd family: Zombie on sale, y más bien es una comedia que una película de terror o de acción; de todos modos con una buena realización y muy original, lo que nos ha hecho disfrutarla mucho (en el cine no se paraban de oír carcajadas en los momentos clave).

The odd family
Apocalipsis zombie!

La trama, como muchas veces, empieza con unos laboratorios investigando nuevas vacunas, probándolas en vagabundos y llegándolos a convertir en una especie de zombies. Los protagonistas son una familia de un pueblo muy rural y alejado, ellos tienen una gasolinera heredada, pero viven casi exclusivamente de timar a cualquier turista que pase por allí. Todo cambia cuando uno de esos sujetos de pruebas consigue escapar del laboratorio y meterse en el pueblo en cuestión, al principio pasando varias penalidades cuando todo el mundo (incluso los perros o los niños) le toman por un pordiosero; pero acaba en esta familia que nos ocupa, e incluso la hija (que es de su misma edad) se encariña con él; así que lo adoptan sin saber exactamente que es. Cuando descubren que con un mordisco suyo puede dar la juventud y fuerza de un joven a cualquiera, empiezan a hacer negocio con ello, pero al final el tiro les acaba saliendo por la culata, porque esta acción también tiene efectos secundarios, y así desplegarán si saberlo, todo un apocalipsis zombie que ellos mismos intentarán detener, no sin antes convertir al zombie inicial en casi humano y hacerlo un miembro más de la familia.

La verdad es que la película es un no parar; desde el primer minuto ya tenemos un humor, que en realidad es bastante tonto y simple, pero que, quizás por haberlo visto en el Festival de Sitges con tanta gente dispuesta a reír, o quizás debido a que este humor se va llevando con un perfecto ritmo de la película; no cansa en ningún momento, es más, a medida que avanzamos, podremos disfrutar de algunas escenas realmente espectaculares (dentro del género comedia, claro).

The odd family
La familia como centro de todo

El punto fuerte de la película, es sin duda su guión y su originalidad, pocas veces o nunca se había visto algo parecido, más aun con un final como éste (que no vamos a revelar, pero que nos ha parecido de muerte). Y aunque se trate de una película básicamente comercial con un enfoque muy familiar, también es verdad que en ella tendremos algunas escenas de acción muy bien dirigidas, que no se olvidará en ningún momento el ofrecer una buena fotografía y que el ritmo, que irá en aumento durante toda la cinta, no llega a ser trepidante en ningún momento, pero aguanta y evoluciona muy bien por tratarse de una película de humor.

Además, el director no se conforma con ofrecer sólo una comedieta sin sentido, sino que aprovecha la ocasión para poner en relieve muchos aspectos de la Corea rural que suponemos que le preocupan, así como las estructuras familiares, la pérdida de los trabajos tradicionales, la pobreza y la capacidad de buscarse la vida como se pueda, el envejecimiento de la población… cosa que veremos muy claramente durante la película y que no nos llegarán a afectar porque se tratan en clave de humor, pero que quedarán destacadísimas.

Con un director novato (Lee Min-Jae) y apoyado sobre todo por la actuación de Jung Jae-Young (The divine weapon, Confession of murder), la película se queda como algo pequeño y un poco independiente, que dudamos mucho que haya salido de los circuitos menos comerciales en su país, y de los festivales fuera de él, aunque no será porque no lo merezca…

En definitiva, una película para disfrutarla bien, con humor y algo de acción, aunque no un humor de carcajada ni una acción de agarrarse, pero que nos dejará sin parar de reír en todo su metraje.

  • Lo mejor de la película:

Un guión muy original (entero, no sólo el concepto inicial).

  • Lo peor de la película:

Echamos de menos algo más de acción (que no necesariamente sangre).

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