Esta semana vamos a alejarnos un poco de las novedades más recientes en cine asiático para reseñaros algunas maravillas que nos habíamos dejado en su momento. Y hoy vamos con un director que nos encanta: Minouru Kawasaki, uno de los directores más bizarros y expertos en humor absurdo de todo Japón; aunque la película de hoy no lo sea tanto, The world sinks except Japan, por supuesto que es muy cómica y que tiene algún momento para morirse, pero en general es más una película de autocrítica que una de humor absurdo.

La historia empieza cuando todo el mundo (empezando por Estados Unidos) empieza a hundirse debajo el mar, todo el mundo excepto Japón. No todos se pueden salvar, pero algunos de cada país sí, empezando, como no, por los políticos y ricos, la gente de Hollywood, etc. Al principio todos los japoneses están muy contentos de tener en su país a gente tan reconocida, pero pronto empiezan a ser demasiados para un país tan pequeño y surgen los típicos problemas, las monedas no-yen se devalúan hasta límites insospechados, los extranjeros empiezan a perder gracia y poder adquisitivo y se quedan marginados y viviendo en barracas, empieza el racismo, los robos y delincuencia, etc. Hasta tal punto que se llega a crear una división especial de fuerza de choque contra los inmigrantes, para deportarlos a la mínima infracción. Y cada vez la cosa se complica más, hasta llegar a un punto insospechable.

La verdad es que los que estéis acostumbrados a las películas de Kawasaki, no diremos que esta os vaya a decepcionar, pero sí que es un bajón importante respecto a la mayoría de las que hemos visto. Para empezar, no es tan un humor absurdo y chocante como el resto, en todas las que habíamos visto hasta ahora ya sólo con el poster nos moríamos de risa; tampoco os diremos que ésta sea una película seria, pero no es nada chocante. Lo que sí que tiene en común con el resto de sus películas es ese espíritu autocrítico con la sociedad japonesa en general, y como lo hace desde el humor más irrespetuoso, retratando a sus compatriotas como lo peor del mundo, y hasta suponemos que cada una tiene su momento, que en el momento en que la pensó tenía un sentido muy concreto y respondía a problemas reales (eso ya nos lo tendría que asegurar algún residente).

En realidad, y a parte de ese espíritu crítico y con ganas de cambiar la sociedad, también nos hemos reído bastante con ésta, y es que ya todos conocéis estas películas japonesas con sobreactuaciones exageradas, con clichés muy marcados y mostrando todas las perversiones ocultas de una sociedad en apariencia tímida; a algunos nos gusta da igual las veces que lo veamos y otros al igual ya están cansados de siempre lo mismo; pero lo que hay que admitir es que dentro de la cutrez, es una película que causa el impacto que quiere causar (al menos con su público objetivo).

Quizás lo que más nos ha gustado, y también es algo recurrente en este director, es su pasión por el tokusatsu, y aquí, además de haber un par de deliciosas escenas de monstruos y maquetas, cortas pero altamente disfrutables; tenemos la aparición especial de Hiroshi Fujioka (el Kamen rider original), que quizás no tiene ninguna justificación y su escena no pinta nada en la película, pero nos encontramos aquí con un momento de máxima calidad, con un actorazo de la vieja escuela, que nos ha encantado.

A parte de todo eso, poco más que decir de la película, sólo de su director Minoru Kawasaki (Kalamari wrestler, Kani goalkeeper), siempre actuando sobre los mismos temas de fondo, pero intentando sorprendernos de formas distintas. Quizás últimamente se está estancando un poco, pero seguimos disfrutando con su cine, y eso que sólo vemos las más populares.

En definitiva, una buena película de humor japonés con mucha crítica social a su propio pueblo; muy orientada a que los japoneses se den cuenta de que no son lo mejor del mundo como ellos creen. Para los extranjeros, pues un poco de humor sin más.

• Lo mejor de la película:

Esos momentos dedicados a los fans del tokusatsu.

• Lo peor de la película:

Esos actores extranjeros tan mal actores.