Hoy no traemos ninguna novedad, sino que queremos repasar algunas películas que ya llevan algo de tiempo, pero de las que no nos habíamos hecho eco en este blog; sobre todo algo de cine de terror, que lo tenemos bastante olvidado. Y empezamos por una de las sagas más famosas de terror coreano: Whispering corridors, que actualmente ya cuenta con 5 entregas gracias al éxito que han tenido en su país de origen. Quizás no sea el terror más radical que tanto nos gusta y al que os tenemos acostumbrados, pero ha sido lo suficientemente importante como para hacer la reseña, eso sí, ya os avanzamos que lo más probable es que no sigamos con sus posteriores entregas.
La película se sitúa completamente en un internado femenino de Corea del Sur, una profesora está investigando algo en los anuarios antiguos del colegio y, supuestamente por la intrusión de un fantasma, acaba suicidándose. Las chicas la ven colgada al día siguiente, lo que les produce una gran conmoción, pero el curso sigue y con un sustituto muy duro, las clases continúan. La historia se centra en algunas de las chicas de esa clase, que son algo marginadas por el resto y se hacen buenas amigas, aunque una es más rara de lo normal, dibujando escenas escabrosas de la muerte de la profesora, etc. También tendremos a una profesora (de otra clase), que antes era alumna de ese internado y que se preocupa tanto por las chicas, como por el caso, ya que después sigue muriendo otra gente. Al final, entre las tres descubrirán unos sucesos del pasado que crearon un fantasma en esa escuela que ha venido a vengarse de los profesores.
Admitimos que pueda ser una película de terror, pero no en el sentido que nos pensábamos o que os podéis imaginar por el resumen que os hemos hecho nosotros; aquí el terror no viene dado por el fantasma, que ni siquiera tiene forma fantasmal y no hace absolutamente nada hasta la última media hora de película. El terror de esta historia viene dado más bien por el propio internado y como tratan a las chicas, mucho más si pensamos que está basado en una situación real en la que a las estudiantes se les exige muchísimo, incluso a cuenta de perder su vida y conexión con el mundo para estudiar, y en que los profesores son algo más que duros, se creen con el máximo poder y hacen los que les viene en gana, incluso pegando a las chicas o castigándolas sin motivos.
Así que olvidaros del concepto de terror más clásico (basado en una ambientación gótica)o del más moderno (basado sobre todo en sustos), aquí el director crea su propio concepto y hace ver el terror desde el punto de vista de lo terrorífico de algunas realidades poco conocidas, relacionándolo con un fantasma para exagerar un poco la metáfora, pero que éste sólo tiene sentido como símbolo, no como peligro real.
De todos modos, la película está muy bien dirigida en todos los sentidos; si fuera un drama sobre colegialas sosas, sería un peliculón; el único problema es cómo nos la han vendido a los fans del cine de terror, o lo poco que podemos entenderla en países occidentales dónde estas cosas no suelen pasar. Pero tanto la fotografía, la manera de contar la historia con buenos flashbacks que a veces ni percibimos como tales, incluso la música, está todo muy bien elegido y puesto en escena.
Con un director que justo empezaba cuando hizo esta película y unas actrices que no están anda mal, pero tampoco se pueden lucir demasiado al interpretar a personajes tan sosos, lo más remarcable de la película en este aspecto es la actuación de Park Yong-So como profesor, él sí que destaca por encima del resto.
En definitiva, alejaros de ella los auténticos fans del cine de terror, aquí no veréis nada que os de ni una pizca de miedo, ni siquiera una ambientación de esas tan lúgubres; es más bien una película de denuncia enmarcada en una historia de terror (pero terror sobre sucesos reales).
- Lo mejor de la película:
Una buena historia y muy bien dirigida.
- Lo peor de la película:
Las expectativas de poder ver terror coreano del bueno.