Seguimos con las crónicas del Far East Film de Udine, el festival de cine asiático italiano que nos hace disfrutar de las últimas novedades y alguna que otra sorpresa en su programación.

 

Tercer día, un día para aprovechar, ya que el siguiente ya nos toca ir para casa, y cómo no hay demasiadas películas que nos interesen, aprovecharemos para dar unas vueltas, estar con buena compañía (gente de casa aficionada al cine asiático, entre ellos Les Nits de Cinema Oriental y TerrorWeekend) y comer y dormir bien.

 

Pues en este tercer día empezamos por un drama romántico, ya se que no nos pega mucho, pero es lo único que hacían y hay que ver de todo.

Pero justo después empieza la marcha con School in the crosshairs, nuestro único sci fi japonés retrospectivo, nuestro encuentro con OBAYASHI Nobuhiko y una de las películas más paranoicas que hemos visto nunca. Ciencia ficción de la más raruna de los ’70, ya os contaremos, porque esto merece un capítulo a parte.

 

Seguimos con Mojin: the lost legend, una película china de aventuras que ya habíamos visto y reseñado en el blog, pero una de esas tan espectaculares que merece la pena ser vista en pantalla grande, nos alegramos de haberla podido recuperar.

 

Por la tarde, además de poder disfrutar de unos gelattos, estar un rato en el Festival de Cosplay que, por cierto, no le llega ni a la suela de los zapatos al viso en Barcelona y cenar en un chino (algo no local, pero muy apropiado para el día), nos damos un paseo por la ciudad buscando algunas sorpresas. Ya veis que es un festival que da para mucho…

 

Y ya por la noche, nuestras dos favoritas del festival: Bakuman, otra comedia/drama japonés, nada extremo, pero muy divertida y un live action que teníamos ganas de ver por razones personales; una de esa películas entrañables y llenas de curiosidades que tan bien saben hacer en Japón.

Y Chongqing Hot pot, un thriller chino que más bien parecía hecho en Hong Kong, con una historia muy buena y original, una dirección magnífica y llena de sorpresas y mezcla de géneros para hacerla más interesante.

 

Para acabar, a última hora de la noche, nos atrevemos a ver una película vietnamita llamada Bitcoin hesit, una especie de Ocean’s eleven, algo poco interesante tanto en originalidad, tanto como en ritmo general de la película, pero con un final algo más sorprendente.

 

El último día es el de triste partida, pero nos vamos contentos de haber aprovechado el tiempo al máximo con mil cosas distintas. Lo único que no hemos podido hacer ha sido conocer al grandísimo Sammo Hung, que estuvo en el cierre del festival, pero todo no se puede en esta vida.

 

Y acabamos las crónicas, como no, con nuestro habituales premios Katanas y colegialas; como ya debéis saber, con el Premio Katana a la película más extrema, el Premio Colegiala a la más sexy (aunque este año dejamos este premio desierto, por no haber visto suficiente parte de la programación), y Premio Godzilla a la mayor sorpresa.

 

PREMIO KATANA

Aunque no se una gran película, se lo otorgamos a Bitcoin Heist, por mezclar el cine moderno con la serie B y unas escenas de acción iniciales de infarto.

 

 

 

 

PREMIO GODZILLA

Para OBAYASHI Nobuhiko y toda su filmografía, un gran descubrimiento que tendremos que rescatar de alguna parte.