Buenos días, como siempre en el Festival Nits de Cinema Oriental, los dos últimos días nos retrasamos un poco en las crónicas diarias, y es que ya sabéis que viernes y sábado son días de sesión nocturna, y si queremos ver también la película de la mañana, no nos da tiempo a escribir en el blog; pero aquí estamos de nuevo y durante esta semana acabaremos las crónicas y los premios para este año.

 

Después de una noche vampírica bastante intensa, nos levantamos tampoco muy pronto, pero lo suficiente como para seguir con la retrospectiva de Kung Fu Girls, de la que hoy podremos ver la última sesión. Y lo hacemos con un homenaje a una de las grandes de Hong Kong: Kara Hui, que tal y como nos presentaron Jorge Endrino y Domingo Lopez, quizás fue una de las pocas actrices que empezó en los ’70 en la época clave de las películas de kung fu de la Shaw Brothers y que todavía sigue en el top. En un principio Kara Hui tenía previsto asistir al festival para recoger un premio honorífico que le daban Les Nits y el Hong Kong Trade Office, pero al final no ha podido ser y nos hemos tenido que conformar con un video suyo agradeciéndolo. De todos modos, en la misma mañana podemos ver una de sus primeras películas (quizás la primera conocida de ella) y la última que ha hecho (cuando ha anunciado que se retiraba del cine de acción).

 

La primera de ellas es My Young auntie (Las garras de la tigresa), una producción de la Shaw Brothers con una temática y un estilo de kung fu clásico sobre una chica de pueblo sencilla que tiene que ir a la ciudad por temas familiares y allí se encuentra con toda la modernidad y las tendencias que llegan de Hong Kong; al ser joven intenta adaptarse, pero no tendrá más remedio que luchar junto a su familia para defenderse y para evitar los ataques de su tío. Como decimos un estilo de pelea muy clásico, pero una película muy moderna por la época en la que se hizo, con un buen ritmo y temas muy variados.

Y de aquí nos vamos a otra de actualidad, Mrs. K dónde Kara Hui ya está mucho más madura e interpreta otro papel muy distinto y adecuado a su condición, el de una ama de casa muy eficiente, pero que resulta que era una ex ladrona y ahora su pasado vuelve a ella para atacarla junto a su familia; la idea es muy buena y la ejecución bastante oscura y desesperante, mucho más que una simple película de acción, con personajes extraños y una gran actuación de Simon Yam, pero quizás con un ritmo demasiado irregular y poco compensado para un público que quería ver patadas por doquier.

 

Sin comer ni nada nos desplazamos directamente al Casino de Vic dónde tiene lugar la presentación oficial del libro publicado este año por el Festival: Las Kung Fu Girls, dónde sus autores nos cuentan no sólo qué nos podremos encontrar al leerlo, sino también su proceso de concepción y creación, además de algunos datos importantes y curiosos que podremos encontrar en el mismo libro. En la misma presentación nos toca aguantar algo de discurso político, pero no pasa nada, nosotros encantados si después esto se traduce en ayudas para el festival.

 

Ya por la tarde, tenemos una de las sesiones más esperadas del festival, el documental The posterist, en la que se nos muestra la vida y obra de Yuen Tai-yung, el dibujante de casi todos los posters de películas de Hong Kong más conocidas de los ’80, todo un artista que creó un estilo propio y fue visto por millones de personas, pero que incluso así, permanecía en el anonimato. Quizás el documental no es gran cosa, todo muy estructurado en etapas y muy básico, pero nos ha encantado que se haya reivindicado esta figura, no solo por su calidad artística sino por su papel fundamental en la cultura cinematográfica de Hong Kong.

 

Por la noche en la Bassa, entes de la película tenemos la ocasión de ver el concierto de Guillem Roma, todo un clásico del festival y que nos alegramos de que hayan movido de espacio y hora, ya que estaba relegado a un sitio dónde no cabía todo su público y a altas horas de la noche en las que no todo el mundo estaba dispuesto a pasar una noche casi sin dormir. No vimos todo el concierto, pero sin ninguna duda es una experiencia que merece ser vivida.

 

Y ya nos vamos a la sesión nocturna en la Bassa, con una película de Hong Kong bastante esperada este año, más que nada por los nombres que trabajan en ella: Shock wave dirigida por Herman Yau y protagonizada por Andy Lau, que nos prometía una gran dosis de acción y desenfreno. La verdad es que sí tiene alguna escena muy potente, pero en general la película no nos ha dicho demasiado, un argumento bastante visto ya, llena de tópicos y personajes típicos, etc. no es que nos haya disgustado, hemos pasado un rato bien entretenido, pero eso es todo.

 

Y acabamos la noche (o más bien dicho la madrugada) con uno de los platos fuertes del festival, que ya se está convirtiendo en un clásico: el Tetsudon, un espectáculo en vivo con la presentación de su anfitrión Hoshino Hsiao que la lía parda soltando tacos en español y acelerando a su público, por suerte este año ya íbamos preparados y casi el público la lío más que él y todo. La sesión de cortos en la que hay que aplaudir, abuchear o pedir el dinero de vuelta después de cada pieza este año trataba sobre los kaijus y, aunque había verdaderas porquerías, también había otros muy divertidos e incluso alguno de gran calidad; este año ha participado hasta Yoshihiro Nishimura.