Last of the wolves, vuelve la yakuza más violenta

Last of the wolves

Hace unos años nos deleitamos bastante con una película de yakuzas actual que vimos en el Festival de Cine de Sitges: The blood of wolves; pues este año, sin haber tenido muchas noticias de ella, en el mismo festival hemos podido ver su secuela llamada Last of the wolves, siguiendo la misma historia y la misma estética que su predecesora, pero llevando todo un poco más allá. Para los que no hayáis visto la primera parte, os diremos que, aunque ésta siga la historia más o menos dónde acabó la anterior, no es absolutamente necesario haberla visto al contar unos acontecimientos nuevos e incluso hacerte un pequeño resumen de lo más importante que tienes que saber de cómo terminó la anterior. 

Last of the wolves
El antihéroe como protagonista

Tal y como dejamos la situación en el final de la primera parte, se había restaurado el statu quo entre las diferentes bandas de la yakuza, habiendo finalizado la guerra y combatiendo entre ellas ahora únicamente de modo comercial. Ahora ya sólo queda el que fue novato y que ahora lo ha aprendido todo de su mentor, llevado a un distrito dónde un yakuza de los de antaño ha salido de prisión y ha matado a una profesora de piano; nuestro policía es llamado para investigar este asesinato y juntado con un compañero muy de oficinas y a punto de jubilarse. Pero no todo será eso, ya que el yakuza no entiende la nueva paz y estará dispuesto a hacerse con el control de todo usando la violencia, acabando con el resto de bandas; el policía pondrá un infiltrado en su banda, un chico joven, hermano de su novia, así sabrá los pasos que va haciendo el criminal y espera conseguir pruebas contra él, pero el villano es muy listo y no será tan fácil poder capturarlo. 

Al igual que en su primera parte, la película no solo está ambientada en los ‘80/’90, sino que toda su historia, su estilo, etc. nos recuerda mucho al cine de esa época (siempre actualizada en muchos aspectos técnicos y de narración), cosa que nos encanta porque es un género en general y un estilo en particular que estaba bastante perdido y que se ha intentado recuperar aquí de una forma muy acertada. 

Last of the wolves
Bastante violenta en general

Respecto a la primera parte, debemos decir que ésta ha incrementado mucho los niveles de violencia y de sangre, que ya eran buenos, pero en ésta son ya desfasados, con mucha sangre y algunas escenas realmente impactantes. 

Así, a nosotros la película nos ha atrapado básicamente por ser un buen ejemplo del género yakuza, del que hacía tiempo que no veíamos nada actual, pero creemos que es capaz de interesar a un gran público por tener una buena historia, bien contada y con algunos giros argumentales bastante interesantes hacia el final, por tener un ritmo muy decente (sobre todo al ser producción japonesa, que normalmente son mucho más pausadas) y una buena dosis de acción y violencia, sobre todo en su escena final en la última media hora, dónde todo se vuelve bastante frenético y desbocado. 

Y quizás lo más destacado es la dualidad entre el protagonista y el antagonista, en una historia dónde no existen el bien y el mal, sino dónde, casi como en el mundo real, sólo existe el mal en distintas formas, y dónde una persona que en teoría intenta hacer lo mejor para la sociedad sólo puede hacerlo siendo el más malo de todos y enfrentándose a los suyos. 

Por supuesto, mucho mejor si veis antes la primera parte y comprendéis la evolución que hay entre las dos y como, incluso creciéndose bastante, mantiene muy bien el ritmo y estilo durante toda la saga. Y nos encantaría poder ver una tercera parte de aquí pocos años, sea como fuera, no nos la perderíamos por nada. 

En definitiva, una buena película para cualquier fan del género yakuza, pero para los que no lo sois, también os puede atrapar si os van del tipo duras y violentas, nada de acción descontrolada y sin argumento, sino que violencia más o menos justificada e interesante. Si ya habéis visto la primera parte, no os podéis perder ésta por nada. 

  • Lo mejor de la película: 

Toda la última escena, brutal e inesperada. 

  • Lo peor de la película: 

Nos ha gustado toda bastante, nada malo que decir de ella. 

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