Hoy venimos con la reseña de otra de las películas que hemos visto este año en el Festival Nits de Cinema Oriental, y la verdad es que casi cada año tenemos una película de este estilo, que quizás no es un peliculón, pero resulta ser todo un descubrimiento, simpática, emocionante y bien hecha; este año ha sido Rob n Roll, una producción de Hong Kong con un equipo ya experimentado y que resulta ser un thriller lleno de humor y de giros de guion, no como esos thrillers coreanos de acción o psicológicos, sino una historia de ladrones muy original y sorprendente.
La película empieza con un par de robos simultáneos, uno de ellos a gran escala y con todos los medios posibles, atacando en medio de la calle, luchando contra la policía… algo muy premeditado y estudiado; el otro es un simple canalla que roba en la ventanilla de un banco con un cuchillo, pero se lleva una buena suma de dinero. Muy cerca de allí, al mismo tiempo, una policía está investigando el caso de un par de ancianos que han desaparecido de un asilo, y en el que pueden estar involucrados el dueño del asilo (un buen hombre que cuida a los ancianos casi por misericordia, sin recibir mucho a cambio) y su hermano (un taxista sin dinero que está a punto de ser padre); así que la policía, por proximidad, también se ve envuelta en el caso del robo. Por un capricho del destino, las bolsas de los dos robos se acaban cruzando y perdiendo, cambiando de manos varias veces sin que nadie sepa dónde han ido a parar al final, aunque todos los implicados (incluso los dos hermanos y algún tipo más) acaban con una buena parte del gran botín; en busca de su dinero, los mafiosos acaban matando a unos cuantos y asustando a otros, pero al final, después de muchos giros de guion, los implicados acabarán juntándose en las alianzas menos esperadas.
Esta es una película que nos ha recordado algunas otras que hemos visto en el pasado, thriller llenos de humor y de giros de guion como Trick or treat, Beasts clawing at straws o Andhadhun (por mencionar algunos de ellos), en esta ocasión con un elenco de actores de Hong Kong de gran calidad y un muy buen guion.
La película no sólo se basa en el guion, en ofrecer una historia nueva y original (en realidad ya habíamos visto alunas películas de botines extraviados en las manos que menos te lo esperas) o en llegar algunas situaciones muy absurdas y disparatadas tanto de gente corriente intentándose meter en asuntos de la mafia, como de mafiosos intentando ser o parecer gente corriente; aquí también juega con unos personajes muy curiosos y muy bien definidos, y es que no podemos ver a un solo protagonista, sino que casi todos los implicados en la historia tienen un nivel de protagonismo parecido y una importancia vital en la película y en la historia, no sólo implicándose al máximo, sino también con unas personalidades muy marcadas y muy extremas; y esto no sería posible sin la genial actuación de algunos excelentes actores como un irreconocible Aaron Kwok (Throw down, Storm Warriors), Gordon Lam (Mad fate, Limbo) y algún otro clásico del cine de Hong Kong de los ’90 (incluso con la aparición del siempre grande Lam Suet).
Además de la trama, los enredos y los giros de guion, en esta película, como buen exponente del cine de Hong Kong, también podemos disfrutar de unas pocas pero excelentes escenas de acción, estratégicamente situadas por el metraje, sobre todo al principio y al final para crear un impacto mayor y no molestar al desarrollo de la historia, quizás no sean super espectaculares ni exageradas, ni siquiera muy fantásticas, pero con una excelente dirección de acción; en general, y no sólo por la acción, tiene un muy buen ritmo, no es que sea muy rápida ni nada de eso, pero no tiene ni un momento de pausa, incluso cuando piensas que estás viendo una tontería de relleno, resulta que después es un elemento imprescindible para el desarrollo o para entender la historia, la película te obliga a estar atento en cada segundo.
En definitiva, aunque no vaya a convertirse la película del año, sí que es un película con muchas cualidades que hará disfrutar a todo el que la vea, aunque no sea un gran amante del cine asiático; con una historia original y divertida y muchos giros de guion, con unos grandes actores y una dirección muy buena.
- Lo mejor de la película:
Una buena sorpresa que no nos esperábamos.
- Lo peor de la película:
No veáis el trailer ni siquiera leáis esta reseña, dejaros llevar.