The rapeman, el superhéroe violador

The rapeman

Animados por una recomendación muy especial de Fernando Demontre, esta semana empezamos con un poco de Pinku Eiga japonés que, aunque no sea de estreno, siempre va bien repasar algunos hitos del género de los que nunca habíamos hablado. Empezamos con The rapeman, que en realidad es un live action de un manga muy divertido y lleno de idas de olla y de sexo, con una premisa muy original y unas historias que van desde lo más elemental hasta el desvarío más grande. En la pantalla grande se adaptaron algunas de las historias, para ser más exacto, se han hecho ya 9 partes de esta saga en imagen real; aunque de momento nos centraremos en la primera parte que, quizás no sea la más bruta, pero sí una buena para ver de qué trata y meternos en la historia.

The rapeman
Un profesor muy modoso

El protagonista es un profesor de un instituto femenino muy formal y decente, muy querido por sus alumnas; pero con una profesión secreta, ya que su verdadero objetivo es ayudar a los orfanatos que más lo necesitan y eso requiere mucho dinero, para conseguir ese dinero, tiene un negocio junto con su tío, que es el de aceptar encargos de gente despechada que se quiere vengar de alguien que les ha hecho daño (sobre todo en el amor) y quieren que él las viole como venganza. Así, nuestro protagonista va haciendo encargos hasta que en uno de ellos, es fotografiado por una paparazzi; la busca y le intenta sacar las fotografías, pero entonces se da cuenta de que no era a él a quien fotografiaban, sino a un pacto de un mafioso con un candidato a las elecciones. El rapeman decide hacer el bien y ayudar a la paparazzi a destapar el caso mientras recupera sus verdaderas fotografías, así conseguirán resolver un bonito caso de corrupción.

La verdad es que, como ya supondréis, lo mejor es la historia original, con una idea muy clara del superhéroe disfrazado y la identidad oculta como un panoli (tipo Superman), pero llevado al extremo más sexualmente pervertido que sólo conocen los japoneses, con un antihéroe con capucha de cuero con cremallera y todo, que hace unas violaciones nada casuales, sino más bien tan calculadas y programadas como si fuera un robo de guante blanco. Además, por supuesto, siempre acaba dejando muy satisfechas a sus víctimas.

Ya sabemos que es un tema un poco delicado actualmente, pero tenemos que verlo con todo el humor que destila una película como ésta, tan sólo como un elemento de mostrar perversión de los japoneses, cosas que piensan, pero que no se atreven ni a hablar sobre ellas; mucho menos a ejecutarlas.

The rapeman
Un antihéroe a lo bestia

A parte de la historia en sí, la verdad es que tenemos una película cinematográficamente muy entretenida, hecha con un presupuesto bastante limitado y de una forma bastante sencilla en cuanto a narrativa, planos, fotografía, etc. pero muy efectiva en el sentido que no se convierte en una película de intriga al conocer al protagonista desde el principio y se dedica mucho a jugar con el humor y una corta duración, suficiente para contar la historia sin demasiados artificios o con esas escenas tan alargadas propias de los japoneses; todo muy directo al grano. Tampoco juega tanto con el erotismo, sí que es verdad que hay dos o tres escenas bastante subidas de tono y enseñando un poco de carne (sólo la justa), pero porque son necesarias al adaptar un guión como éste; lo que está claro es que, comparado con los pinkus más comunes, este casi ni se podría considerar dentro del género.

Y para comparar con un cómic que casi no hemos visto, pero que hemos observado por encima para ver si coincidía, diremos que la serie anime que se hizo era mucho más superheroica y el manga era una auténtica depravación, muy sexual y nada que ver con el live action.

En definitiva, una película con una historia bruta y pervertida al 100%, una idea original y que puede dar mucho juego; por desgracia, al ser llevada a pantalla grande, se suaviza todo bastante, aunque queda muy divertida y diferente.

  • Lo mejor de la película:

Sin duda, la idea del Rapeman y el traje de pervertido son únicos.

  • Lo peor de la película:

Nos habría gustado algo más extremo, aunque fuera sólo para circuitos más cerrados.

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