Hoy de nuevo queremos hacer una reseña de una de esas películas de terror que teníamos pendientes, y es que ya sabéis que el cine actual de terror no es mucho de nuestro agrado; pero ésta es la saga de terror que más ha triunfado proveniente de Taiwan y no podíamos dejar de verla. The tag along es una de esas historias que, al igual que muchas otras en pequeños países asiáticos, adaptan la mitología o las leyendas locales para convertirlas en cine y causar sensación a nivel local, así que la saga ya cuenta con tres películas no relacionadas entre sí, pero siempre hablando de la misma leyenda; hoy os comentamos la primera, pero seguro que pronto nos atreveremos con las otras dos.

Los protagonistas son una pareja joven, él vive con su abuela y trabaja como vendedor inmobiliario, sin demasiados ingresos, ella trabaja en la radio y tampoco tiene mucho dinero, pero va de más enterada y no quiere casarse ni tener hijos por razones económicas y por sus convicciones sobre las relaciones. Todo se empieza a torcer cuando la abuela de él desaparece en circunstancias algo paranormales, al igual que ya habían desaparecido otras personas mayores anteriormente; después de unos días regresa, pero muy rara y atrapa a su nieto, quien también queda muy extraño. Cuando se ve con su novia, ella empieza a ver cosas muy raras, hasta que se da cuenta de que no es él en realidad, que su novio ha desaparecido y no sabe cómo ni dónde. Al final acaba descubriendo que está en una montaña mística y se dirige allí con un grupo de búsqueda para encontrarlo, pero allí verá que el bosque pertenece a unos espíritus que atrapan a todos los indecisos o con sentimientos de culpabilidad para convertirlos en parte del bosque.

La película está dividida matemáticamente en tres partes de media hora cada una: en la primera parte se nos presenta una película normal, con unos protagonistas lo más normales posibles y una situación casi de drama romántico, eso sí, podemos empezar a ver algunas cosas algo extrañas; la segunda parte cambia radicalmente y se convierte en la típica película de fantasmas moderna, con unos fantasmas que se intuyen o pasan muy rápidamente por delante de la cámara, con algunas escenas desagradables y un poco de suspense al no saber exactamente qué está sucediendo; la tercera parte ya sucede completamente en el bosque y nos muestra realmente la leyenda a la que se está refiriendo, viendo los espíritus completamente y la lucha de la chica contra éstos, tanto físicamente, como psicológicamente.

Así tendremos un ritmo y una sensación de terror que va de menos a más muy gradualmente, desde una película tonta y sin demasiado interés, pasando por un tipo de terror que ya hemos visto mil veces, basado en una ambientación siniestra y mucho susto fácil y acabando con algo mucho más personal y profundo, con un tipo de terror más visceral (no explícitamente, sino conceptualmente); en realidad la última parte es la única que nos ha convencido de verdad para pensar que hemos visto una buena película y querer ver el resto de la saga.

Cinematográficamente, no está nada mal, sobre todo pensando en las restricciones económicas que debe haber tenido (los efectos especiales no son demasiado buenos, pero como tampoco se abusa de ellos, no está mal); el mayor problema de la cinta es su ritmo, que es demasiado lento en todo su metraje, cosa que no tendría por qué ser algo malo si se juega bien con ello, pero aquí tenemos demasiadas partes en lo que no sucede nada y nos tienen esperando sin acabar de satisfacer al público que espera cine de terror, tirando mucho por la parte más emocional que tal vez pegaría más en otro tipo de película.

En definitiva, teniendo en cuenta que se trata de una película de Taiwan con poco presupuesto, tiene sus cosas buenas, sobretodo la parte final, tirando por lo local y personal, además de una gran ambientación; nos encantan las películas que nos descubren nuevos mitos locales, siempre suponen algo nuevo (al menos a nivel de historia).

• Lo mejor de la película:

Un desenlace bien traído, con un nivel mucho más alto que le resto de la película.

• Lo peor de la película:

Que acabe con moraleja, no lo soportamos en películas de terror.