Yatsurugi 9, el ataque de los juguetes olvidados

Yatsurugi 9

Otro año más, gracias al Festival Nits de Cinema Oriental, hemos podido ver el largometraje anual de la serie Yatsurugi, ese tokusatsu algo menos conocido por tratarse de héroes locales y no nacionales. Agradecemos mucho poder seguir las aventuras de este superhéroe (aunque no hayamos visto nada de la serie), al menos es algo que de otra manera no podríamos ver ni de coña y que, al menos, es bastante divertido. Este año hemos visto Yatsurugi 9, en la que los protagonistas son los juguetes viejos de los niños.

Yatsurugi 9
Los buenos de siempre y algún pringao más

Todo empieza con un muñeco al que su dueño ha olvidado para jugar con otros; con el afán de venganza y alguna que otra fuera sobrenatural, ese juguete cobra vida y reanima a otros juguetes para que vayan por el mundo atacando a los humanos y les hagan aprender la lección. Al principio no hay un Yatsurugi como siempre, sino que es un salaryman que va a reciclar unos muñecos antiguos que fabricaba su empresa y, al recibir un ataque de los juguetes/monstruos se da cuenta de que sus muñecos tienen poderes y lo pueden convertir en Yatsurugi, otorgándole un gran poder; con esto, el muñeco convertido en otra versión de Yatsurugi y lo mismo que le sucede a su amiga, pueden derrotar al monstruo, pero vendrán más, así que acuden a un amigo experto en juguetes que no sólo les dará información, sino que les ayudará prestándoles un robot gigante preparado para bailar (pero que aprovechará sus conocimientos para luchar) y un mega friki que también se cree superhéroe sólo por tener un cosplay. Entre todos irán luchando contra los diferentes monstruos que envíe el juguete con diferentes sorpresas y desacuerdos entre ellos, pero al final todos harán piña y no sólo derrotarán al malvado, sino que también le harán ver lo buenos que son en realidad los niños.

Ya en las últimas entregas de la saga, ésta se va por un camino mucho más infantil, no sólo por la manera de contar las cosas y por unos personajes muy simpáticos, sino también por intentar una gran lección de moral a los niños en cada película. Normalmente no nos importa mucho que el tokusatsu sea algo infantil (de hecho, ese es su público real), pero tal vez se están pasando un poco, y eso que al menos ésta no es tan ridícula como la del año pasado… Pero recordamos nuestras primeras experiencias con esta saga y era algo completamente distinto: con muchos niños y algo de moraleja, pero con una parte principal dedicada a la acción y unos malvados muy molones.

Yatsurugi 9
Unos malos bastante molones

Como siempre, la película conserva todos los elementos que la hacen un buen tokusatsu: una historia simple, pero llena de significado, unos trajes de látex muy resultones, mucha acción y efectos especiales, unos coloridos y movimientos muy exagerados… Pero también es verdad que las escenas de acción han empeorado bastante respecto a otras entregas pasadas; la imaginación a la hora de crear personajes, etc. brilla por su ausencia; echamos de menos a algunos villanos recurrentes; y, sobretodo, los actores que interpretan a los protagonistas creemos que son más malos que nunca, no sólo en sus actuaciones (que ya se supone que no serán gran cosa) sino también en las escenas de lucha, que han quedado algo patéticas por la incompetencia de sus actores, por suerte, mejoradas a base de cambios de plano rápidos y muchos efectos especiales.

Pero bueno, al fin y al cabo, tampoco intenta ser un peliculón, tan sólo es un episodio largo entre temporadas y su única función es la de no olvidarnos del personaje y la de entretener en una tarde de verano que nos aves qué hacer, y a eso cumple perfectamente. Al menos han arreglado todo lo que hicieron mal en la última entrega y han hecho una película decente con estructura clásica, alternando momentos de humor con otros de acción y buscando un enemigo más poderoso a cada lucha.

En definitiva, para los que seguimos anualmente las aventuras de Yatsurugi, era algo que no nos podíamos perder; comparándola con el resto de la saga, mucho mejor que la octava parte, pero mucho más infantil y moralizadora que el resto, en las que quizás había más acción y menos mensaje.

  • Lo mejor de la película:

Los villanos siguen teniendo buenos diseños, aunque poco originales.

  • Lo peor de la película:

Los dos actores que hacen de Yatsurugi, no se salva ninguno.

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