Hoy venimos a hacer la reseña de una película japonesa más bien juvenil, es una mezcla entre thriller, suspense y drama con un toque de crítica social, peo no os asustéis que no es para nada aburrida. La película se llama 12 suicidal teens, una de las apuestas importantes de su temporada, con u buen presupuesto y una buena acogida tanto por público como por crítica.

La historia trata sobre un joven que decide organizar una reunión con 12 jóvenes más que se quieran unir a su causa de suicidarse juntos en un hospital abandonado. Después de quedar todos por una aplicación, seguir las instrucciones al pie de la letra y llegar a una sala llena de camas, se dan cuenta de que allí hay alguien más que ellos doce, y es que una de las camas tiene ya a un muerto acostado. Por este motivo no se pondrán de acuerdo en suicidarse hasta que no sepan quién es o qué ha pasado, así que entre todo y por grupos iniciarán una investigación por todo el hospital que les irá proporcionando pruebas para descubrir el misterio. Durante las investigaciones, además de encontrarse con elementos inesperados, también se irán abriendo los unos  a los otros, contándose porque quieren suicidarse y entablando una mínima relación.

La película en sí no es nada extrema (como otras que solemos reseñar en este blog) pero nos ha parecido suficientemente interesante y entretenida como para hacerle una reseña. Ya con sus primeras escenas de los jóvenes llegando al hospital siguiendo las instrucciones y con tanto secretismo y algunas cosas extrañas que suceden sin saber porqué, nos ha dejado con ganas de más y, aunque no tenga nada de acción y se pasen más de la mitad de la película sólo hablando, la trama es tan interesante que no nos da ni un segundo de aburrimiento; no es que sea algo muy profundo ni existencial en realidad, tan sólo es un thriller juvenil, pero con bastantes elementos como para mantener un interés constante.

Uno de los aciertos de la película es el tener un aspecto de denuncia social, pero no incriminador, sino tan solo de contar una realidad de su país, hacerlo de una forma más o menos dentro de la normalidad y reflejando a un grupo de jóvenes de todo tipo, sin querer señalar a ningún colectivo en concreto, dando a ver que se trata de un problema social, no de algunos grupos concretos. Los 12 chicos tienen unas personalidades muy marcadas y diferentes, precisamente para hacer entrar al máximo de heterogeneidad posible, pero incluso así crean un buen grupo entre ellos, con personalidades que se complementan más que contraponen y todo con una gran naturalidad; es difícil hacer una película con doce protagonistas, todos con el mismo peso y que lleguemos a entenderlos a todos, pero el director lo hace bien encerrándolos en un espacio único durante toda la película y sin intentar crear personalidades muy extremas o demasiado carismáticas; quizás no hemos acabado de entrar en muchos de ellos, pero se debe más a diferencias culturales que a fallos de guión.

A parte de eso, la dirección es muy buena, siguiendo todos los pasos y segmentos de una buena película de suspense, desde una ambientación impecable y una historia que te anima a seguir adelante, hasta toda la forma de mostrate las pistas al principio sin que te enteres, jugando con ellas, dando varios giros de guión, falsos culpables, sorpresas, etc. para que vayas avanzando en tus conclusiones a medida que avanza la película, sin saber que pasará hasta el final.

La película ha sido dirigida por Yukihiko Tsutsumi (20th century boys, The eight ranger) que ha elegido a jóvenes promesas del cine y la televisión japonesas todavía no muy conocidas, pero que han aportado un buen trabajo (la mayoría).

En definitiva, una película que os puede llegar a cautivar si entráis en el tema, una buena sesión de suspense juvenil más oscura de lo que parece; pero no esperéis nada muy complicado ni apoteósico, al final es sólo una pequeña historia.

• Lo mejor de la película:

Sobre todo la ambientación general, muy bien trabajada.

• Lo peor de la película:

Que los occidentales no podamos empatizar con ninguno de los personajes.

Un final demasiado optimista.