
Animados por las últimas grandes producciones de Bollywood, hoy hemos querido seguir con otra película que apuntaba a ser super épica: Adipurush, una gran aventura mitológica de dioses hindúes, no sin una gran polémica detrás, ya que, si os habéis fijado no hay ninguna o casi ninguna película india que cuente directamente historias mitológicas relacionadas con grandes dioses, sólo como metáfora o reencarnándolos en humanos, y no por censura, sino por respeto, los creyentes no creen que una película pueda representar la inmensidad de sus dioses; aquí se cuenta una de las historias de Ramayana y, aunque se cambian los nombres y no es una representación exacta, sino una adaptación libre, algunos sectores no querían consentir una herejía como ésta.

Es la historia de Lord Rama (una de las encarnaciones de Vishnu, pero aquí cambiado de nombre por Raghava) que vive en el mundo de los dioses junto a su mujer y a su hermano, atacados varias veces por entidades demoníacas; un día una diosa malvada intenta conquistar el corazón de Raghava, y al no poder hacerlo, la envidia le impulsa a convencer a su hermano (el dios Raavan) para que desee a la mujer de Raghava y la secuestre y encarcele en sus dominios intentando ganarse su corazón. Después de caer en la trampa de Raavan, los dos hermanos se dan cuenta de lo que ha sucedido y se dirigen a rescatar a la mujer. Por el camino piden ayuda y encuentran al dios Hanuman que les respeta a ellos y a su misión y les ofrece un ejército de simios para combatir con Raavan, pero incluso con eso no será fácil, deberán pasar toda una epopeya combatir y discutir con otros dioses, tramar alianzas y enemigos y usar una de las tres armas más poderosas de la mitología india, el arco Brahmastra para acabar con Raavan y sus generales y rescatar a su amada.

En realidad la historia es increíble y super épica, como casi todas las historias de la mitología hindú, parece que estén escritas para hacer grandes películas épicas y, aunque los actores sean del sur, la producción es completamente de Bollywood, lo que la convirtió en una super producción con un montón de dinero gastado; con esto, ¿Qué es lo que pudo salir mal? ¿Por qué fue un gran desastre en taquilla? A parte de la polémica que ya os hemos comentado, la película está completamente hecha en CGI, excepto los actores (que son reales), así que no sólo los monstruos, poderes mágicos etc. son hecho digitalmente, sino que cada escenario, paisaje, elemento… todo absolutamente todo es digital. ¿Y que pasa con esto? Pues que por mucho dinero que se haya invertido en lograrlo, seguramente en India no hay una tecnología y conocimientos suficientes como para lograr esta hazaña y el resultado es un poco desastroso; una película basada en sus efectos especiales y que estos den un poco de pena… era aceptable en los ’90, pero no en 2023 que fue filmada esta película. La verdad es que se nota que el director es un gran fan del cine chino, y que, seguramente su idea inicial era la de hacer una película al estilo de los xianxias actuales, con tantos dioses e inmortales, con esos efectos especiales increíbles y esas historias mitológicas (que no son tan distintas a las hindúes); pero en China ya han desarrollado todo un mercado millonario que se basa en eso y lo han evolucionado muchísimo (quizás incluso más que Hollywood), y en India todavía no están preparados para este tipo de películas.
Con todo, tenemos la actuación de Prahbas (Baahubali, Kalki), perfecto para las escenas de acción, pero que quizás no sea el prototipo de actor famoso de Bollywood (demasiado moreno y peludo), y le da un toque a la película, pero no la salva.
En definitiva, una película que intenta ser épica, con una historia buenísima sobre mitología hindú, pero que se les da tan de sobrada, que ha acabado siendo un auténtico desastre y un gran ejemplo de como los efectos digitales no lo son todo y a veces pueden perjudicar más que hacer el bien.
- Lo mejor de la película:
Mirando el contenido y no el estilo, es muy grande.
- Lo peor de la película:
Como hemos dicho, los CGI, ni es necesario tanto, ni mucho menos cuando no se domina el tema.