Baland hunters, el cine coreano vuelve al futuro post apocalíptico

Badland hunters

Aunque no estamos muy contentos con Netflix, esta semana os reseñamos dos de las películas de cine coreano extremo de la plataforma, y la primera es una a la que creemos que no se le ha dado suficiente protagonismo, cuando debería tenerlo (a nuestro parecer, que nunca es el más popular). Se llama Badland hunters (Cazadores en tierra inhóspita) y es la secuela de la ya muy famosa Concrete utopia, aunque poco tenga que ver con ella, a parte de ser su continuación (unos años más tarde) en el mismo universo y en el mismo edificio. Lo que pasa es que el enfoque es completamente diferente basado en las típicas películas de acción post apocalípticas y tenemos también alguna pequeña sorpresa que ha hecho que nos ilusionara mucho más que su primera parte. Por supuesto, no es necesario haber visto la primera parte para disfrutar completamente de ésta, aunque ayuda un poco sólo para ponerse en situación antes de que empiece la acción.

Badland hunters
Cine post apocalíptico a lo Mad Max

Como vimos en la primera parte, el mundo (o al menos Corea) ha sido devastado por un terremoto exagerado que ha hecho que se derrumben todos sus edificios excepto uno (y allí mismo sucedía toda la película). Años después de esa catástrofe, la humanidad sobrevive como puede en pequeñas poblaciones improvisadas y, entre ellos en el distrito de los autobuses (se llama así porque está formado de viejas estructuras de autobuses), viven y ayudan a sus cohabitantes dos cazadores, que salen regularmente al exterior en busca de recursos que después intercambian por otros bienes de la gente del lugar. Un día llegan al distrito unos maleantes que quieren llevarse a alguna gente, entre ellos a una chica joven muy amiga de los dos cazadores, pero ellos lo impiden dándoles una buena paliza; aunque después, esa misma chica se va del distrito en compañía de una gente civilizada que dicen vivir en un edificio y ayudar a toda la juventud porque son el futuro, pero la realidad es que el edificio está controlado por un científico y todo un ejército que usan a los jóvenes para sus propios beneficios. Al enterarse, los dos cazadores junto con una exsoldado, irán a salvar a su amiga y a desmontar el tinglado del edificio.

Cuando vimos Concrete utopia y escribimos la reseña en este mismo blog, ya os comentamos que era una película que, a nivel extremo no nos había convencido ara nada, aunque tuviera un mensaje importante, y que lo que nos gustaría de verdad es ver otro tipo de película en ese mismo universo; pues bien, esa película deseada por nosotros (amantes del cine extremo) se ha convertido en realidad y se llama Badland hunters. Se trata de una película sin un mensaje potente para todos lo públicos, pero una típica película post apocalíptica, al estilo de todas esas que vimos en los ‘80 y en los ’90, con una ambientación potente, mucha energía negativa y sobre todo mucha acción y algo de épica.

Badland hunters
Nuestro amigo Don Lee

Ya os avanzamos que no es un peliculón a nivel de dirección, estilo, etc. sino que más bien sería la típica película de Serie B que nos encanta, pero con un gran presupuesto. Y es que aquí tenemos un poco de todo, parece que hayan querido mezclar mil temas de los films post apocalípticos: científicos locos, desiertos y coches volando por las dunas, nómadas y bandas de saqueadores malísimos, peleas a mogollón, cocodrilos gigantes, militares dominando el percal, niñas inocentes y desprotegidas a las que cuidar, y sobre todo, el ya mítico edificio de Concrete utopia, en definitiva, casi todo lo que tengáis en mente para este tipo de películas.

El ritmo de la película es excelente, como tampoco no hay una gran historia detrás, se pueden concentrar en su acción, en tener sus momentos puntuales humorísticos de vez en cuando, en crear unos personajes cachondos, en insertar toda la acción posible, etc. y las dos horas de película se pasan en un momento. Las escenas de acción, tanto peleas, como tiroteos, etc. están realmente bien, no con coreografías dignas de una película de artes marciales, pero muy potentes y casi siempre con mucho humor, y no podía ser de otra manera con un protagonista como Don Lee (Train to Busan, The roundup) que aquí demuestra de nuevo que tiene ganado el título de “nuevo Bud Spencer” repartiendo hostias como panes.

En definitiva, para los que quieran una buena película y se fliparon con Concrete utopia, que no vengan aquí buscando lo mismo, pero si os mola el cine asiático extremo y lo que queréis es una película de acción divertida y que no os haga pensar mucho, recordando los clásicos del cine post apocalíptico, aquí encontraréis lo que buscáis.

  • Lo mejor de la película:

Don Lee está estupendo, como siempre, pero la mayoría de los personajes, aunque típicos, están muy bien buscados.

  • Lo peor de la película:

La trama sentimental y ñoña de la abuela sobra bastante.

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