Concrete utopia, desde Corea con una gran expectación

Concrete utopia

Después de un tiempo de parón, hoy seguimos con las reseñas del cine asiático extremo que vimos en el reciente Festival de Cinema de Sitges, en el que, como ya os comentamos, este año ha habido una gran presencia coreana, tanto en cantidad como en calidad. La película que hoy os presentamos es Concrete utopia, nada que ver con los típicos thrillers coreanos que ya se van pareciendo todos entre ellos cada vez más; en esta ocasión se trata de una película de catástrofes, tal y como teníamos con Project silence, pero con un planteamiento completamente distinto, ésta apelando sobre todo a los sentimientos y reacciones humanas.

Concrete utopia
Un planteamiento original

La película empieza con una ola de destrucción masiva que arrasa con todo Corea (no sabemos si también el resto del mundo…), toda excepto un gran edificio de viviendas que queda en pie y en el cual se puede sobrevivir. Al principio, todos los supervivientes se dirigen hacia allí, ya que es la única forma de mantenerse con vida y tener algo de recursos; pero los recursos son limitados y los antiguos propietarios de los apartamentos del edificio se creen con derecho por encima del resto, así que montan una pequeña estructura de gobierno con departamentos de control de seguridad, de suministros, de medicina y de exploración. Una vez creados estos departamentos, la gente empieza a cambiar sus actitudes y, con una asignación de recursos según el cargo que ostente cada uno, se empieza a discutir sobre la escasez de estos y de cómo deberían ser para los propietarios a la vez que se deberían expulsar a los nuevos venidos del edificio (sin opción a voto) para asegurar la supervivencia de los gobernantes. Después de unas duras luchas, los propietarios consiguen lo que querían, pero incluso así, los recursos son muy limitados y deberán salir al exterior para abastecerse, encontrando allí nuevos supervivientes y teniendo sus refriegas con ellos, al creerse los del edificio superiores y con derecho a cualquier cosa para sobrevivir.

Para los amantes del cine más extremo, ya os avisamos que aquí no os encontraréis con grandes catástrofes y efectos especiales increíbles, y según el argumento que os hemos contado, tampoco con apabullantes luchas por el dominio o buenas escenas de acción, sino que la película trata sobre todo sobre como cambian los sentimientos y las preferencias de la gente en entornos extremos, y de cómo alguna gente con mucha persuasión puede hacer cambiar las mentalidades de los más débiles y moldearlas para cubrir sus necesidades. Así que sí, como podéis imaginar, es una metáfora de la situación política actual en muchos países o de la política pasada o futura que más tememos algunos.

Concrete utopia
Alguna parte más radical

A parte de eso, la película se va moviendo por distintas personas para poder mostrar distintos puntos de vista o situaciones personales, con tipologías para todos los gustos, pero para poder narrar la historia y expresar las inquietudes del director, se centra en algunos protagonistas que tienen más peso que el resto. Quizás no nos han acabado de convencer estos protagonistas, por no ser los típicos héroes/antihéroes o por no tener unas personalidades muy carismáticas como en las películas a las que estamos acostumbrados, pero es verdad que aquí se intenta describir a gente real y como se enfrentan a situaciones inesperadas, por lo que es normal incluso que no haya protagonistas al uso, sino que se intente reflejar la personalidad de cada uno de nosotros y cada uno se sienta identificado con alguien diferente de la película.

En general, el ritmo de la película no es malo; con una impresionantes escena inicial pre-créditos y un inicio que te deja atrapado, pero más tarde va entrando algo más en política y los discursos se empiezan a hacer algo repetitivos, con lo que nos ha llegado a cansar un poco; vuelve a remontar hacia el final, cuando se atreven a salir al exterior en busca de recursos, pero sólo un momento inicial, de nuevo. Quizás con una duración menor o con una historia más desarrollada y que sucedieran más cosas se hubiera pasado mucho mejor. También echamos de menos el punto de vista de las personas con menos protagonismo, los que están fuera, tanto del edificio, como por el resto de la ciudad; otra película con el mismo intervalo temporal, pro desde este otro punto de vista estaría muy bien y completaría perfectamente la historia.

En definitiva, una película que parte de una idea muy buena, con un planteamiento original y necesario actualmente, pero que quizás pretende demasiado y se nos ha hecho un poco larga y repetitiva. Incluso así, recomendamos su visionad, al menos una vez para adquirir consciencia de muchas cosas.

  • Lo mejor de la película:

Hay algunos momentos bastante intensos que nos hacen engancharnos.

  • Lo peor de la película:

Se acaba haciendo un poco repetitiva en su discurso.

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