Últimamente estamos un poco ausentes del blog, pero tenemos preparados algunos posts que nos han pedido y que estamos seguros de que os serán de utilidad. De momento, seguimos con nuestras reseñas de cine asiático extremo, y esta semana nos vamos con algún thriller coreano de esos que tanto nos gustan (no de los que son siempre lo mismo). La película que reseñamos hoy se llama Beasts clawing at straws, y es un thriller de esos de historias cruzadas, confusiones, líos varios, muchas sorpresas y sobre todo mucho karma. La verdad es que, incluso siendo un esquema que ya habíamos visto, lo hemos encontrado muy original y divertido.

La historia empieza en distintos frentes, algunas historias aparentemente sin relación entre ellas, pero que poco a poco se irán uniendo para formar una sola. De un lado tenemos a un pobre trabajador de una sauna, un tipo humilde y buena gente, que por casualidad un día se encuentra con un maletín lleno de billetes; él no se atreve a quedárselo, pero se prepara por si nadie lo reclama, al menos poder aprovecharlo. Por otro lado, tenemos a un tipo muy tramposo y lleno de dudas de juego, que intentará hacer algún trapicheo para ganar dinero, pero al que nada le sale bien; por supuesto habrá un mafioso con su cuadrilla acechándolo todo el rato. También tenemos a un salaryman nada bueno, agobiado y maltratador de su mujer, por lo que ella se dedica a trabajar de mujer de compañía en sus ratos libres, allí conoce a un chico extranjero con el que empiezan a planear la muerte de su marido. Y en todo eso tenemos a un policía tipo Colombo que viene de Seúl para investigar algún caso relacionado con toda esta gente. Todas las historias se irán mezclando, sobre todo en torno al maletín lleno de dinero.

Y para no haceros ningún spoiler, no os diremos nada más, que tiene mucha gracia ir viendo lo que pasa a cada momento; pero os aseguramos que sólo con las historias y lo que les va sucediendo a los personajes, al menos os sorprenderéis; y es que lo más atractivo de la película es su historia rebuscada y bien redondeada para que todo llegue a cuadrar (incluso si os fijáis, sólo en la primera escena, tenemos un buen resumen del resto de la película).

Pero para contaros un poco como se desenvuelve la película, sí que os diremos que en toda la primera mitad, tenemos poco más que la presentación de los personajes, los problemas y personalidades de cada uno y un inicio de su historia para poder desarrollarla bien más adelante, todo más o menos serio, que si no sabemos de qué va la película, nos puede dejar un poco indiferentes; pero a partir de la mitad, en la segunda parte empieza el descontrol, la violencia y el humor negro por todas partes, la verdad es que merece la pena verse toda la primera parte (que tampoco es aburrida ni fea) para llegar a ese final tan redondo.

Pero, aunque la historia sea lo más importante de la película, no debemos desmerecer la parte artística, por supuesto con un estilo muy coreano, pero no del coreano paranoico y tramposo, sino del estilo rebuscado, pero un poco más divertido. Con una fotografía de lujo; una música, quizás no muy potente ni muy épica, pero si muy adecuada al ambiente que se le quiere dar a la película; una narración que, incluso moviéndose de un lado a otro e incluso de un tiempo a otro, nos deja todo muy claro y no atrae para saber qué es lo que sucederá más adelante; también los actores son muy creíbles, interpretando a personajes en situaciones absurdas y surrealistas, pero con actitudes bastante verosímiles, haciendo lo que seguramente haríamos nosotros mismos de estar en su misma situación; y sobre todo, no nos cansaremos de decir que con un final, puede que no perfecto, pero sí muy redondo y eso es lo que más nos ha convencido de que nos encontramos delante de una gran película.

Con una línea temporal no especialmente lineal (tampoco muy liada, pero nos enteramos casi al final de como va todo), y con pequeñas pistas de lo que irá sucediendo para ganarse la complicidad del espectador, la película consigue que nos metamos de lleno en ella.

En definitiva, una película que nos sorprenderá con una buena historia (cosa muy difícil actualmente), pero también con un genial apartado técnico y una complicidad inusual. Dejaros llevar por ella sin complejos y seguro que os divertiréis.

• Lo mejor de la película:

Nos va llevando por dónde quiere el director sin poder evitarlo; y cada vez se pone más jugosa.

• Lo peor de la película:

La verdad es que diríamos que nada, nos ha pillado muy bien.