No es muy normal ver una película de Malasia fuera de su distribución local, mucho menos cuando se trata de cine de género, ya que requiere de unos presupuestos y unas técnicas difíciles de conseguir en un país dónde no se cree en la producción cinematográfica; quizás en películas de otros géneros no sucede lo mismo, pero pocas películas encontraréis en este blog si seleccionáis por este país. Este año, gracias al Festival de Cine de Sitges, hemos podido ver Blood flower, una película de terror de Malasia, quizás una pequeña producción, pero con algunos atractivos.

La película coge como protagonistas a una familia en la que la madre es una especie de agente de lo paranormal/curandera, que puede ver los espíritus, tratar con ellos y ahuyentarlos; el hijo también presenta algunas habilidades especiales paranormales, sobre todo relacionadas con ver el futuro, pero está claro que ha heredado los poderes de su madre. Después de la muerte de la madre a manos de un espíritu malvado, el padre decide dejar ese mundo y le bloquea los poderes a su hijo; al mismo tiempo le sale un trabajo de cuidar un invernadero muy especial de plantas prohibidas de un vecino suyo, una estancia con muchos secretos que no deben ser desvelados. Las curiosidades infantiles llevan al hijo a llevar a sus amigos al invernadero para divertirse, y juntos encuentran una sala prohibida y sellada con un sello espiritual, que abren liberando así a un espíritu vengativo. El niño con sus poderes deberá enfrentarse a éste y otros espíritus junto a su amiga y llegar a descubrir los motivos que impulsan a este espíritu, que serán mucho más macabros de lo esperado.

Esta claro que nos encontramos delante de una película muy local y con muy pocos medios, sin ningún ánimo de que la hayamos podido ver nosotros, pero con todas las motivaciones de su director que ha intentado hacer lo mejor que ha podido, sobre todo a nivel de guion, buscando una historia original que sea un típico del terror, pero con muchos elementos nevos para diferenciar su película de la masa de películas de terror baratas y copiadas. En esta ocasión tampoco usa ninguna mitología local (como sería normal para darle una identidad propia), sino que se ha inventado una mitología propia, tanto con unas plantas (no sabemos si inventadas o reales) que dan mucho ambiente, como con un nuevo tipo de espíritus que no son ni zombies, ni los típicos no muertos que vagan entre dos mundos como almas en pena, sino que son bastante más parecidos a auténticos demonios.

Como en la mayoría de películas de este tipo, lo mejor que hemos visto es la ambientación, pero no sólo en la sala invernadero, que representa la mayor parte de la película o de los elementos de género, sino en todo el color, iluminación, sonido, etc. que respira la película en general, desde su inicio y que la convierten en una auténtica imagen gótica apropiada para una historia de terror algo más clásica, la verdad es que nos ha convencido bastante, incluso tiene algunos momentos realmente aterradores (que no sustos) que nos han hecho pensar en la película como algo importante y mejor quela mayoría del género que se hace últimamente, que no nos convence para nada.

En su contra, quizás está su larga duración, y no es que tenga una longitud excesiva, sino que quizás la historia no da para tanto y hay muchas escenas que sobran completamente, pero no que se alarguen demasiado, sino que, simplemente con una nueva edición y eliminando algunas partes, se habría hecho mucho más digerible y menos aburrida. También hemos notado un exceso de situaciones terroríficas, la mayoría de ellas con un impacto positivo, pero sin mucha razón de ser, sin un origen ni un final perceptibles.

Por supuesto, lo mejor de la película es su final, que no os contaremos por no hacer spoilers, pero que, como en muchas películas de este tipo, nos intenta dar una lección de que los espíritus no son malvados, sino que lo son los humanos, además de abogar por la unidad familiar, la religión (musulmana), etc. pero, quizás no siendo tan inesperado e impactante como quería haberlo sido, sí que destaca por ser algo impactante y tocar temas delicados.

El director y guionista es Dain Siad (Interchange) de quien ya vimos su anterior película que, sin habernos gustado demasiado, nos convenció para ver ésta, y la verdad es que notamos una gran mejoría.

En definitiva, incluso siendo una pequeña película de bajo presupuesto y medios, nos ha parecido una muy correcta propuesta de terror (comparada con lo que se hace actualmente), quizás un poco aburrida por alargarse demasiado y no saber conservar el ritmo, pero bastante atractiva.

• Lo mejor de la película:

Su ambientación a todos los niveles.

• Lo peor de la película:

Las pésimas actuaciones de muchos de sus protagonistas.